El Régimen pide bajar la utilidad para incrementar los salarios
Redacción Negocios
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El flamante ministro de Relaciones Laborales, Richard Espinosa, tiene el reto de llevar a la práctica el ofrecimiento del Gobierno de propiciar un fuerte incremento salarial en el sector privado.
En la posesión que dio inicio a su segundo período, el presidente Rafael Correa habló de una reforma laboral que permita que los salarios se equiparen con el costo de la canasta básica (USD 522 en julio) o lo supere.
Ayer, en la posesión de Espinosa y de Jorge Glass como ministro de Telecomunicaciones, el mandatario dio pistas de lo que Gobierno espera del sector privado.
El Presidente dijo que en el país debe cambiar el uso de los ingresos de las empresas. “En Europa, por cada dólar, se destina el 15% a capital y el resto a salarios, a los trabajadores. Aquí es a la inversa y eso es inaceptable”.
Correa agregó que, con pretexto de la rentabilidad, las empresas pagan salarios de miseria a sus empleados. “Ahora deberán ser rentables con otro modelo de repartición de sus ingresos”.
Los empresarios no comparten la opinión del mandatario. José Centeno, presidente de la Cámara de la Construcción de Guayaquil y representante del sector en el Consejo Nacional del Trabajo, explica que las utilidades de las empresas no son tan elevadas como el Gobierno asegura.
Centeno pone como ejemplo a las empresas constructoras, que invierten sus ganancias en la construcción de nuevas obras y tienen una utilidad anual del 3 o 4%. El empresario considera que, con un incremento arbitrario de las remuneraciones, solo se conseguirá la huida de capitales del país y más desempleo.
El Gobierno se plantea una meta de año y medio a dos años para concretar esos incrementos salariales. Espinosa, ministro de Relaciones Laborales, dijo que el proceso para implementar lo que denomina un “ salario digno” es de largo aliento. El Régimen primero dialogará con trabajadores y empresarios. También, analizará la situación de todos los sectores de la economía y su posibilidad real de incrementar los sueldos.
La idea es reducir la diferencia entre quienes ganan más y quienes perciben el salario básico.
Tanto el Régimen como los empresarios y los trabajadores coinciden en que un incremento salarial de esa dimensión solo será posible con una mejora de la productividad de las empresas.
Centeno asegura que la producción se fomenta dando confianza a los inversionistas, con reglas de juego claras, una política estable que permita hacer inversiones que sean beneficiosas.
Edwin Bedoya, dirigente de los trabajadores, está de acuerdo con el alza pero reconoce que, sin una mayor producción, será difícil para las empresas pagar más a sus empleados. Bedoya señala que los empresarios, los trabajadores y el Gobierno deben colaborar para mejorar la productividad, con más crédito y materias primas a bajos costos. “El apoyo del Gobierno es clave”.
Por su parte, el ministro Espinosa, quien es más cauto que el primer mandatario en el tema salarial, comentó que el eje de la propuesta de mejoras en las remuneraciones es la reactivación productiva. Una de sus primeras tareas en Relaciones Laborales será entablar los primeros diálogos con el sector empresarial.
Punto de Vista
Simón Cueva/ Catedrático
‘La producción debe crecer’
Si el incremento salarial no va acompañado de una mejora de la productividad en el corto plazo, cosa que toma tiempo, subirá la inflación porque los costos de producción de las empresas van a crecer. También subirá el desempleo porque las compañías pudieran decidir que a esos costos no están dispuestas a contratar .
Los empresarios e inversionistas pudieran reducir sus ganancias para pagar más a los trabajadores, pero eso no es tan fácil de lograr en la práctica.
Eso se conseguiría, siempre y cuando se reduzca el riesgo de inversión en el país y se convierta en el un lugar donde vale la pena invertir con menor utilidad.
Si eso no se da, nadie va a estar dispuesto a invertir con un nivel de ganancias más bajo y eso puede causar un menor crecimiento, menor inversión, desempleo, ese es el riesgo de la medida.