Momento de la detención de Julian Assange, en el edificio de la Embajada de Ecuador en Londres. El fundador de WikiLeaks fue trasladado a una comisaría, después de que el Gobierno anunciara el retiro del asilo otorgado en el 2012. Foto: Captura de pantalla
El expresidente del Ecuador Rafael Correa se pronunció este jueves 11 de abril del 2019 después de que se hiciera pública la detención del fundador de WikiLeaks, Julian Assange.
Correa cuestionó a su sucesor Lenín Moreno por retirar el asilo al fundador de WikiLeaks, Julian Assange.
“Lo que ha hecho es un crimen que la humanidad jamás olvidará”, tuiteó Correa, residente en Bélgica, después que la policía británica detuviese a Assange al retirarle Quito el asilo diplomático.
Assange se había refugiado en la Embajada ecuatoriana de Londres el 19 de junio de 2012, donde pidió protección, para escapar a una orden de detención europea emitida por Suecia debido a acusaciones por presuntos delitos sexuales.
El experto informático afirmaba que todo se trataba de un plan de Estados Unidos para extraditarlo y juzgarlo por la publicación en 2010 de cientos de miles de documentos secretos, que pusieron a Washington en un fuerte compromiso.
Los defensores de Assange temen que si es juzgado por traición o divulgación de secretos pueda ser condenado en Estados Unidos a la pena capital, un argumento que Correa aceptó al otorgarle el asilo diplomático en la Embajada de Londres en 2012.
“El traidor más grande de la historia ecuatoriana y latinoamericana, Lenín Moreno, permitió que la policía británica entre a nuestra Embajada en Londres para arrestar a Assange”. Moreno pone su vida “en riesgo” y “humilla al Ecuador”, agregó.
El actual Jefe de Estado ecuatoriano aseguró este jueves que su país decidió “soberanamente” retirar el asilo diplomático a Assange “por violar reiteradamente convenciones internacionales y protocolo de convivencia”.
Al respecto, Correa dijo que es una “bonita etiqueta para la traición, la entrada de policía extranjera” en la Embajada ecuatoriana de Londres y “la entrega de un ciudadano ecuatoriano”.
Tras la posesión de Moreno como presidente, a quien promovió como su sucesor, Correa le acusa de orquestar un complot político en su contra y abandonó las filas del oficialismo por una pugna de poder entre ambos.