El anuncio de la Comisión de Movilidad del Municipio es puntual: la incorporación de nuevas unidades de transporte público será el próximo año. Esta decisión no es suelta y tiene relación con lo que ocurre, en este caso, con los taxis.
Hay en el Distrito, precooperativas o precompañías que de diferentes formas y lugares presionan a las autoridades municipales para que acrediten (legalicen) unidades. Es decir, buscan que aquellos vehículos amarillos o de otro color que dan servicio, sin estar autorizados, sean legalizados. En la actualidad se habla de 4 000 a 5 000 unidades.
Esta cifra sorprende si se toma en cuenta que, en septiembre pasado, cuando terminó el proceso de regularización de taxis iniciado en el 2011, se dijo que 2 945 conductores pedían un nuevo proceso, ya que quedaron fuera de la calificación. Estas cifras no concuerdan con la realidad, con la demanda en la ciudad. Sería bueno saber, en el caso de los taxis, cómo está el mercado laboral; tener información básica para conocer si el actual sistema, con sus diferentes servicios, es suficiente para cubrir la demanda en el Distrito.
Esta realidad trasciende la legalización. Es un hecho conocido por dirigentes, taxistas y autoridades que el mercado de los puestos en cooperativas y compañías (formadas o en proceso de formación) es cada vez más rentable y se extiende a otros servicios, como el escolar, de personal, de turistas y el puerta a puerta. Al crear nuevas empresas hay más posibilidades de mantener el “mercado” de puestos. Ahora se manejan cifras exorbitantes. Solo basta ingresar a olx.com.ec para ver que hay montos que llegan a USD 37 800 por un “taxi legal de Quito, 48 000 km, listo para seguir trabajando. Barato y de oportunidad”.
De igual forma hay montos para cooperativas que transportan estudiantes, trabajadores, turistas y el servicio puerta a puerta.
Atrás quedó el argumento de que poder vender el puesto era un beneficio del socio, a manera de jubilación. Ahora no es así; es negocio puro. La pregunta que queda es: ¿Quito tiene el transporte urbano que merece?