La capital apunta a ser compacta. Eso significa que el crecimiento urbano se hará hacia arriba. Los planes de Desarrollo de Ordenamiento Territorial y de Uso y Gestión del Suelo tienen 25 zonas destinadas para ese crecimiento.
Crecer en altura es posible, después de la aprobación de ambas herramientas por parte del Concejo Metropolitano. La noche del lunes pasado, a un día de cumplirse el plazo de aprobación, las normativas pasaron con 17 votos.
Vladimir Tapia, secretario de Territorio, Hábitat y Vivienda, explicó que en Quito las construcciones no superan los 20 pisos. Esto pasa en sectores puntuales como La Carolina y la avenida Patria. En el resto de la capital, los edificios varían entre tres y cinco pisos.
El Plan de Desarrollo de Ordenamiento establece cinco centralidades metropolitanas en las que se visibilizará el crecimiento en altura: Bicentenario, La Mariscal, La Carolina, Centro Histórico y Quitumbe. Hay otras 20 de menor tamaño llamadas zonales.
Las zonas se escogieron porque cuentan con grandes vías, parques metropolitanos y equipamiento de servicios básicos. Esas condiciones permitirán que el número de habitantes aumente sin que eso signifique hacinamiento.
El concejal René Bedón, presidente de la Comisión de Uso de Suelo, mencionó que las nuevas herramientas permitirán reducir la huella de uso de suelo al evitar la expansión de la ciudad de forma horizontal.
“Si 50 departamentos se construyen en vertical, el impacto es menor en la huella de suelo. Evitaremos que la ciudad se disperse por las zonas rurales, quebradas y áreas de protección”, dijo el edil.
La aspiración del Municipio es tener zonas pobladas con una tasa de entre 180 y 200 habitantes por hectárea. Actualmente, según Tapia, hay barrios como Solanda (sur) y el Comité del Pueblo (norte), en donde habitan hasta 400 personas por hectárea.
Las cinco centralidades se escogieron también por la influencia que tendrá el Metro. Bedón explicó que se espera que alrededor de las estaciones se desarrollen viviendas y equipamientos relacionados con cultura, salud y educación.
Además, con la consolidación de esas centralidades se puede avanzar en una ciudad denominada como de “15 minutos”. Es decir, al tener todo en un mismo espacio se reducen los viajes largos.
En relación con las zonales, Tapia comentó que se denominan así porque, aunque no tienen las vías o áreas verdes que identifican a las metropolitanas, su capacidad permite la llegada de más habitantes. Entre estas están parroquias como Calderón y El Recreo.
Calderón, en el norte, es la parroquia con la mayor tasa de crecimiento demográfico. Actualmente su densidad poblacional es de 63,8. Según los datos del Cabildo tiene 259 990 habitantes. Además, su población está integrada en su mayoría por gente de entre 30 y 44 años.
El crecimiento en altura también permitirá al Municipio captar recursos. Tapia explicó que se incluyó la concesión onerosa de derechos. Esto significa que el Cabildo recibirá un pago por metro cuadrado de los pisos extras.
Por ejemplo, si en un área determinada la zonificación permite edificios de hasta 12 pisos, el constructor deberá pagar un valor por metro cuadrado por cada piso que levante. Las construcciones de alto costo y acabados de lujo pagarán más.
Esta herramienta se ha usado desde 2016. Según datos de la Secretaría de Territorio, anualmente el Municipio ha recibido de USD 5 millones a USD 7 millones. Eso ocurría sobre todo por la captación en La Carolina. Ahora, con la posibilidad de que se incrementen las áreas con edificaciones más altas, se prevé que anualmente ingresen entre USD 12 millones y USD 15 millones. Esos recursos, según Tapia, serán para atender necesidades en otros sectores con problemas.
Para Leopoldo Ocampo, presidente de la Cámara de la Construcción, la normativa es positiva y era necesaria para la reactivación. Sin embargo, en lo que tiene que ver con a concesión onerosa, él plantea que se debe clarificar adónde y cómo se destinarán los recursos que reciba el Municipio.