El Parque Equinoccial, vía a la Mitad del Mundo, con futuro incierto

Espacios aledaños a los juegos infantiles están deteriorados, el césped se pierde y hay desniveles en el suelo.

El 14 agosto del 2013, el entonces alcalde de Quito, Augusto Barrera, inauguró con bombos y platillos el nuevo Parque Metropolitano Equinoccial. Es un espacio de 18 hectáreas que perteneció a la Contraloría del Estado (CGE) ubicado en el kilómetro 9 de la avenida Manuel Córdova Galarza, vía a la Mitad del Mundo. La inversión para rehabilitarlo alcanzó los USD 406 706.
En el lanzamiento oficial, el Municipio explicó que se colocaron cerramientos y se adecuaron las áreas verdes, jardines, canchas, equipamientos deportivos, juegos infantiles y baterías sanitarias. Se implementaron parqueaderos, áreas de descanso y un sistema de alcantarillado conectado con la red pública. Finalmente, se colocó mobiliario urbano y se arregló el alumbrado público.
En la ceremonia de apertura, el exalcalde Barrera aclaró que lo que faltaba era el área húmeda y la piscina. “Vamos a trabajar en los próximos meses para que aquí exista piscina y sauna para toda la población”, señaló en aquel entonces.
El proyecto se sumó a las propiedades de entidades públicas que el gobierno de Rafael Correa abrió gratis a la comunidad. Aunque no están en manos del Municipio, también hubo propuestas similares con sedes de Petroecuador, Banco Central, Senatel, Superintendencia de Bancos, CFN, etc.
Casi seis años después, el parque Equinoccial luce descuidado y es evidente la falta de mantenimiento en áreas como las canchas y los senderos. En los juegos infantiles hay subibajas, columpios y resbaladeras en buen estado; sin embargo, el piso donde se sostienen es de tierra y debido al uso constante de los juegos se formaron huecos. En la mayoría de espacios recreativos falta césped; además, una de las canchas de fútbol es de tierra y una parte de la visera de los graderíos está destruida. Los matorrales también han invadido algunos senderos.
Pero uno de los aspectos que más preocupan a los usuarios del parque es el abandono de la piscina. Tiene grafitis vandálicos en la parte externa y los vidrios de las ventanas y puertas están rotos. La hierba también ha crecido en los alrededores. Al interior del edificio hay cristales rotos esparcidos por el piso y gran cantidad de polvo y hojas secas en la alberca.
El cuarto donde están los calderos que calentaban el agua se halla lleno de tierra. Los tanques están oxidados.
Barrera dijo ayer que durante su administración, que terminó en el 2014, se hizo una primera intervención en señalética y accesos en el área abierta, por ejemplo. Se llevaba un registro de visitas y el parque quedó en funcionamiento. Lo único que no estaba a cargo del Municipio capitalino eran las áreas edificadas.
Este Diario recorrió el parque y constató que la laguna artificial está bien. A los viejos asaderos los están cambiando por otros de cemento. El 5 de junio, obreros podaban el césped y limpiaban la maleza, mientras la gente jugaba en las canchas de fútbol y tenis.
Sobre la recuperación de la zona húmeda, la Epmmop indicó que “el área de la piscina no fue habilitada para el público desde la apertura del parque”. La Epmmop está a cargo del sitio desde julio del 2013, tras la firma de un convenio entre la Contraloría, el Municipio de Quito e Inmobiliar. En el acuerdo se indica de forma expresa la ocupación y uso gratuito del lote al Distrito Metropolitano (DMQ). Y contempla que las aulas para talleres se mantendrán bajo la administración de la Contraloría.
La Epmmop explicó que cada mes invierte USD 9 000 en el mantenimiento del parque. Una cuadrilla de cuatro obreros arregla todas las instalaciones del complejo, salvo la piscina. “El convenio no hace ninguna especificación sobre este tema, tampoco hace referencia alguna a la habilitación de la piscina y su mantenimiento”, señaló la empresa municipal.
La cláusula quinta señala: “la vigencia (del convenio) inicia a partir de la fecha de suscripción hasta la culminación del proceso de transferencia de dominio del lote comprometido a favor del Municipio de Quito”. En este sentido y puesto que a la fecha el proceso de transferencia de dominio no ha concluido, “la Epmmop únicamente ha destinado un presupuesto para el mantenimiento de áreas verdes, así como las áreas recreativas y equipamiento deportivo”.
En lo que respecta a la piscina, turco y vestidores, las anteriores autoridades indicaron que en la entrega, “dichas áreas no estaban operativas, se esperaría la transferencia final para designar un presupuesto para su habilitación”.
El 23 de mayo pasado, el Contralor Pablo Celi visitó al alcalde Jorge Yunda para buscar una solución. El funcionario manifestó que no quiere la devolución del espacio recreativo sino una alternativa para arreglar el complejo. Dijo que con el Alcalde y el Concejo definirán la situación.