Un operativo interinstitucional se realizó la mañana de este martes 31 de agosto del 2021 en las afueras de los centros de revisión técnica vehicular de Guajaló y Guamaní, en el sur de Quito.
El objetivo fue evitar que desconocidos, conocidos como ‘foqueros‘, se acercaran a los vehículos para ofrecer trabajos de verificación del estado de los automotores.
Sebastián Laso, director de Registro y Matriculación de la Agencia Metropolitana de Tránsito (AMT), indicó que han recibido decenas de denuncias ciudadanas sobre este problema, por lo que se decidió intervenir.
Los policías, agentes metropolitanos y personal de las agencias metropolitanas de Control (AMC) y Tránsito recorrieron las zonas aledañas a los centros de revisión.
Los funcionarios detectaron que las ofertas de los ‘foqueros’ son una forma de estafa: personas se llevan las bombillas buenas (o de fábrica) y las cambian por otras de baja calidad o adulteran otras partes. “Queremos eliminar la informalidad e ilegalidad en las afueras de los centros de control”, manifestó Laso.
Reiteró que la AMT y AMC se comprometieron a reforzar los controles también en las mecánicas que funcionan en las inmediaciones de los centros de revisión.
Verificaron que los permisos de funcionamiento se encuentren en regla y sin problemas. “Nuestro inconveniente es que la gente no viene directamente a los talleres, sino que acepta las ofertas de la informalidad en la calle”, dijo Cristian Villamarín, empleado de una mecánica de Guajaló.
Los propietarios de los vehículos se quejaron de que los ‘foqueros’ cobran excesivas cantidades de dinero por arreglos que son de baja calidad.
“Estos operativos son necesarios. Nos cambian las luces que están en buenas condiciones por otras de baja calidad”, dijo el usuario José Aucara.
Los agentes metropolitanos también aprovecharon para retirar las plumas y demás accesorios de vehículos que algunos comerciantes expendían en la calle. “Solo puse por un rato sobre la vereda las plumas de autos que comercializo y me las quitaron”, expresó con malestar la comerciante María Gualli.