El Alcalde da 30 días para mejorar el transporte en Quito

Una unidad toma pasajeros en una intersección, ayer en la av. Napo. Otra la rebasa. Foto: Galo Paguay/EL COMERCIO

Una unidad toma pasajeros en una intersección, ayer en la av. Napo. Otra la rebasa. Foto: Galo Paguay/EL COMERCIO

Una unidad toma pasajeros en una intersección, ayer, 6 de septiembre de 2017, en la av. Napo. Otra la rebasa. Foto: Galo Paguay/EL COMERCIO

El alcalde Mauricio Rodas dio un plazo de 30 días a los transportistas para mejorar la calidad del servicio. Ese será el requisito para que se trate en segundo debate el proyecto de ordenanza que establecerá la política tarifaria en Quito y derivará en un incremento de cinco centavos en el pasaje.

El Alcalde subrayó que se trata de aspectos puntales que no cuestan dinero como respetar los límites de velocidad, las paradas, dar tiempo a los pasajeros para subir y bajar, mejorar el trato al usuario y eliminar los correteos. Al finalizar este plazo se hará una evaluación para pensar en la nueva tarifa, según los resultados. El Alcalde dijo que en los próximos días se tratará esta normativa en el Concejo.

A partir de marzo del 2015, el Municipio implementó un sistema de control de cumplimiento de varios parámetros de calidad, con 100 personas a cargo de la fiscalización.

En junio pasado, cuando finalizó el pago de compensaciones, se registró un 93,7% de cumplimiento en el buen trato a los usuarios, según datos de la Agencia Metropolitana de Tránsito (AMT).

El respeto a las paradas se ubicó en un 96,52% y el cumplimiento de límites de velocidad un 97,5%. No obstante, el Alcalde informó que un 16% de unidades no recibió compensación por incumplir con los parámetros establecidos.

Esta variación ocurre, según Mariela Veloz, directora subrogante de la AMT, porque hay otros factores que se evaluaban antes de pagar las compensaciones, entre ellos, los índices operacionales, que tienen que ver con aspectos administrativos o técnicos, etc. Del promedio entre todas se decidía mes a mes quiénes recibirían el pago y quienes no.

“Lamentablemente, muchas veces los ciudadanos nos portamos bien cuando nos están controlando, pero cuando vemos que no nos controlan volvemos a nuestra naturalidad”, señala. Y agrega que operativamente era imposible hacer controles todos los días en todas las unidades, por lo que se realizaron revisiones aleatorias y de allí salen las cifras de cumplimiento.

Veloz explicó que se pagaron USD 53 millones en compensaciones durante un año y tres meses al 84% de unidades por cumplir con los parámetros. Pero agrega que en la ciudadanía persiste la percepción de un mal servicio, por la relación directa con los conductores. Ahora, el plan municipal es mejorar esa relación.

Por ello, el Municipio planea, entre otras cosas, firmar en los próximos días un convenio con la Universidad San Francisco para capacitar a los transportistas en buen trato al usuario. El programa es obligatorio.

También se reforzarán los operativos para sancionar el irrespeto a los límites de velocidad o a las paradas. El plan será revisar 80 unidades diarias entre 07:00 a 20:00 de lunes a viernes. Además, Rodas explicó que se instalará señalética horizontal y vertical en 755 paradas, a razón de 12 paradas al día, para completar el trabajo en tres meses.

Y ayer, 6 de septiembre de 2017, se habilitó la línea 1800 AMT AMT, para hacer denuncias sobre calidad del servicio. La próxima semana se lanzará la ‘app’ Movilízate UIO con información de rutas, horarios y además será una plataforma para enviar quejas.

Los transportistas alegan que el control de cumplimiento ha tomado más de dos años. José Santamaría, presidente de la Cámara de Transporte de Pichincha, acepta que hacen falta mejoras en estos temas que considera culturales.

Agrega también que pueden ser tratados de forma paralela, sin excluir la revisión tarifaria. Un bus requiere en promedio USD 270 diarios para operar. Y según su criterio, la demora en la revisión de tarifas afectará el programa de mantenimiento de unidades, lo cual incidiría en la seguridad de los usuarios.

Santamaría responsabiliza por ello al Municipio, pues considera que la discusión ha dejado el área técnica y se convirtió en política. Agregó que el Alcalde “conoce las mejoras y que los cinco centavos son para costos operativos”.

Añade que el gremio ha invertido en adquisición de nuevas unidades, en equipos tecnológicos para conteo de pasajeros, en programas para mantenimiento y centralización del recaudo y distribución, etc. Pero considera que el Municipio debe ofrecer lineamientos básicos como la aprobación de la ordenanza de Sistema Inteligente de Transporte, que lleva 16 meses el segundo debate, o la reorganización de rutas.

Para el experto en movilidad, César Arias, la calidad del servicio debe tratarse de forma técnica. “No es cuestión de poner un plazo y que por milagro todo el mundo se comportará bien en 30 días ”.

Considera que mientras los conductores sigan cobrando de forma manual y no se concrete el sistema de pago con tarjeta inteligente, no habrá mejoras. Además, resalta que si el Municipio contrató el estudio que determinó la necesidad de subir la tarifa, lo más lógico es subirla, porque ella incluye los costos en que incurren los transportistas.