El 95% de los inmuebles patrimoniales en Quito es privado

En la esquina de las calles Imbabura y Bolívar, en el Centro, se mantiene una de las casas consideradas patrimoniales. Foto: Armando Prado/EL COMERCIO

En la esquina de las calles Imbabura y Bolívar, en el Centro, se mantiene una de las casas consideradas patrimoniales. Foto: Armando Prado/EL COMERCIO

En la esquina de las calles Imbabura y Bolívar, en el Centro, se mantiene una de las casas consideradas patrimoniales. Foto: Armando Prado/EL COMERCIO

En las calles García Moreno y Oriente, Centro Histórico de Quito, funciona una chocolatería llamada El Palomar desde hace un mes atrás. El inmueble en el que opera es uno de 4 999 inventariados por el Instituto Metropolitano de Patrimonio (IMP) como un bien patrimonial.

El 95% de los bienes inmuebles inventariados del Centro Histórico está en manos privadas, como la Escuela María de Nazaret que se incendió en un 98% el domingo. Esto plantea una preocupación para el Municipio: el mantenimiento de estos predios.

Con respecto al inmueble patrimonial que se quemó en La Recoleta, el IMP señaló que hoy se realiza un recorrido para determinar la situación de esa estructura y definir las posibles acciones de intervención para rescatarla.

Un ejemplo de cómo rehabilitar un inmueble en condición de patrimonial es el de la chocolatería El Palomar.

Sandra Bermudes y su esposo aspiraban a vivir en una casa patrimonial del Centro Histórico. Hace tres años la adquirieron y hoy no solo viven ahí sino que iniciaron un negocio. Para arreglarla accedieron a uno de los programas de rehabilitación del Municipio.

El plan se denomina Quinta Fachada y es uno de los cuatro programas con los cuales cuenta el IMP para apoyar a los propietarios en el rescate de las casas patrimoniales que tienen algún tipo de deterioro. Los otros tres son: regeneración de imagen urbana, mantenimiento interior y rehabilitación de vivienda.

Según María Angélica Arias, directora del IMP, los programas consisten en que el Municipio realiza la intervención y una parte del costo mientras que el dueño del predio asume la otra parte con el pago mediante el impuesto predial en un plazo de hasta 10 años.

Para el IMP, el que los propietarios de los inmuebles patrimoniales sepan sobre estos programas es lo fundamental para su conservación. Esto a propósito de la Semana del Patrimonio, en la que se conmemora los 39 años de la declaratoria de Quito como Patrimonio Cultural de la Humanidad por parte de la Unesco.

Pero ¿cómo funcionan estos programas? Para acceder a cualquiera de ellos, los propietarios deben inscribirse en el IMP. Una vez que sea aprobado, el Municipio corre con todos los gastos hasta el final de la intervención.

En el caso del programa Quinta Fachada, el IMP asume el 50% de la intervención siempre y cuando no supere los USD 30 000. Para la regeneración de la imagen urbana, el Municipio aporta con el 30% pero en ningún caso supera los USD 15 000. Mientras que en el caso del mantenimiento interior no hay aporte del Cabildo y el dueño del inmueble debe pagar la intervención en un plazo de hasta 10 años.

En el caso de Bermudes, la intervención a su casa, que data de 1850, consistió en el arreglo de su fachada. Aparte de los USD 15 000 de subvención que asumió el Municipio, Bemudes invirtió 30 000 más. Esto porque el IMP podía ocuparse del 85% de la fachada.

Marcelo Núñez es arquitecto y fue propietario de una casa patrimonial en el Centro Histórico. Para él, el problema no es solo las opciones para arreglar las casas sino las condiciones del Centro Histórico. “Por ejemplo, en el centro no hay parqueaderos. En las casa no pueden vivir dos o tres familias porque en la época actual la mayoría de gente aspira a tener su vehículo”, comentó.

Sin embargo, Núñez cree que lo importante de los programas del Municipio es que conciencian a la gente sobre el cuidado que requiere una casa patrimonial. “Los propietarios deben estar conscientes de que viven en un lugar único e irrepetible en Quito”, dijo.

Según los datos del IMP, durante el año pasado se intervinieron 83 inmuebles con los cuatro programas. En dichos lugares habitan 168 familias. La inversión realizada fue de USD 2,3 millones.
Durante este año se trabaja en 40 inmuebles y, según Arias, se prevé llegar a las 60 hasta diciembre del año en curso.

De acuerdo con el IMP, el primer paso para saber sobre qué intervenciones se pueden realizar en las casas patrimoniales es acceder a la ficha del inventario en la cual consta la catalogación del bien. De eso depende el que se puedan hacer intervenciones menores, rehabilitación o no pueda intervenirse en ningún nivel.

Arias dijo que la normativa de cuidado de los bienes patrimoniales es de responsabilidad de sus propietarios. “En el caso de daños a los bienes patrimoniales, hay penas que llegan hasta los tres años de prisión”, comentó.

Al momento, en el Centro Histórico, el IMP ha iniciado un proceso respecto a una casa en que no se han efectuado las intervenciones necesarias. Arias señaló que está pensado llegar a la expropiación ya que el lugar incluso se encuentra en condiciones inhabitables.

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