Ante el incremento de la violencia generada por grupos armados organizados, el Gobierno Nacional ha decretado un estado de excepción en Quito, como parte de las medidas para restaurar la seguridad pública. Sin embargo, a diferencia de otros casos recientes, esta medida no incluye la imposición de un toque de queda.
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El Decreto Ejecutivo 410 justifica esta medida excepcional aludiendo a la necesidad de enfrentar la grave conmoción interna provocada por el accionar de bandas criminales.
Estas bandas están vinculadas a delitos de alto impacto, como el narcotráfico, el porte de armas y la violencia en zonas urbanas y rurales. Esto según los informes oficiales del Centro de Inteligencia Estratégica (CIES) y el Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas.
El estado de excepción permite que el Ejecutivo movilice tanto a la Policía Nacional como a las Fuerzas Armadas para realizar operativos. Además, limita ciertos derechos constitucionales, como la libertad de tránsito, asociación y comunicación, en áreas específicas.
No obstante, a diferencia de otras provincias donde se ha aplicado esta medida, como Guayas y Manabí, en Quito no se ha decretado un toque de queda, lo que significa que la población aún puede circular sin restricciones horarias.
El Gobierno ha indicado que esta medida busca contener el crimen organizado sin afectar gravemente las actividades cotidianas de los quiteño.
En otras partes del país, donde la situación ha sido más crítica, el toque de queda ha sido necesario para evitar que los enfrentamientos armados y la violencia generalizada afecten la vida de los ciudadanos.
¿Qué es el estado de excepción y en qué se diferencia del toque de queda?
El estado de excepción, según la Constitución, permite al Presidente de la República suspender o limitar temporalmente ciertos derechos y libertades para enfrentar situaciones de crisis como conmoción interna, desastre natural o agresión externa.
Estas medidas están destinadas a controlar de manera eficaz los eventos que ponen en riesgo la seguridad pública y los derechos de los ciudadanos.
Por otro lado, el toque de queda es una herramienta más estricta dentro del estado de excepción. Impone una restricción total al libre movimiento de las personas durante horas específicas. una medida que se usa en casos de extrema violencia o disturbios, donde el control del orden público requiere que los ciudadanos permanezcan en sus hogares.
En Quito, por ahora, las autoridades han decidido no aplicar esta medida, permitiendo que las actividades diarias continúen con relativa normalidad, aunque con una fuerte presencia de fuerzas de seguridad en las calles.
El estado de excepción en Quito estará vigente por 60 días, con posibilidad de extensión si la situación lo amerita. El Gobierno ha señalado que continuará monitoreando la evolución de la violencia para ajustar las medidas según las necesidades de seguridad de la ciudad.