Los cuidadores piden que se les asignen las zonas azules para poder trabajar. Foto: Eduardo Terán / EL COMERCIO
Los 60 cuidadores de carros que trabajaban en las inmediaciones
del Hospital Carlos Andrade Marín (HCAM) quieren reunirse con el nuevo director general de la Agencia Metropolitana de Tránsito (AMT), Juan Manuel Aguirre, quien preside esa entidad desde el 22 de octubre del 2019, tras la salida de Danny Gaibor.
La razón: buscar una solución luego de que se prohibiera parquear vehículos en las vías 18 de Septiembre y Ayacucho de esa zona. Ellos pertenecen a la Asociación 24 de Septiembre y laboran en los exteriores de ese centro asistencial desde hace más de 30 años.
La mañana de hoy, lunes 28 de octubre del 2019, este Diario
recorrió la zona y ningún vehículo se encontraba parqueado allí. Más de cinco letreros de no estacionar fueron implementados en la acera. Esta medida responde a las acciones de control de tráfico que se implementaron como plan piloto en las inmediaciones de ese centro de salud. El objetivo es disminuir la congestión vehicular y que los carros dejen de ubicarse en sitios no autorizados.
También reducir la excesiva cantidad de vendedores ambulantes.
En ese sentido, la Empresa Pública de Movilidad y Obras Públicas (Epmmop) colocó señalética y pintó las calles para evitar que automotores particulares se parqueen. Con ello se busca además que las ambulancias y los vehículos con pacientes ingresen más rápido.
Sin embargo, los dirigentes de los cuidadores buscan una respuesta ante su situación porque el anterior director de la AMT, Danny Gaibor, les ofreció ubicarlos en zonas azules para que puedan trabajar. El vicepresidente de ese gremio, Luis Chulca, siente preocupación porque la mayoría de sus socios son adultos mayores y su única fuente de sustento es cuidar vehículos. “Necesitamos una respuesta porque llevamos 11 días sin trabajo. También tenemos madres solteras y personas con discapacidad que necesitan subsistir”.
De momento –acotó Chulca- los carros todavía pueden ubicarse
en la calle Portoviejo, atrás del HCAM. “Repartimos cinco carros para cada compañero y rotamos, gracias a Dios aún podemos laborar allí. Unos colegas vienen por la mañana, otros por la tarde”.
Narcisa Arias, una de las cuidadoras, pidió a la AMT que
les den una solución al problema. Su objetivo es que les asignen las zonas azules lo más pronto posible. “Somos gente de diálogo y queremos un acuerdo”.