Si no tienes tiempo te lo resumimos en estas líneas
- Se realizará la plantación de diversidad de especies nativas para prevenir epidemias.
- Techos verdes, jardines verticales, drenajes son parte de los cinco ejes del arbolado urbano.
- Los corredores verdes internos se conectarán con el Pichincha, Atacazo, Panecillo, quebradas y áreas protegidas.
En Quito, las conocidas “islas de calor” contarán con una red de arbolado urbano destinada a regular la temperatura ambiente.
Gracias a su morfología, los árboles permiten el paso de una luz tamizada, generando un entorno cálido y agradable.
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El hipercentro del distrito, por ejemplo, está caracterizado por un exceso de cemento y requiere la presencia de árboles adecuados para disminuir la intensidad del calor.
Para abordar esta necesidad se han identificado dos tipos de árboles. Por un lado, aquellos con un follaje denso que permite una sombra casi total, como la guaba, el álamo y diversas coníferas.
Por otro lado están los árboles de follaje más ligero, como el jacarandá, el cedro, el algarrobo y el molle. Estos permiten el paso de una luz atenuada.
En este momento se están identificando las “islas de calor”, entre ellas está Calderón, San Antonio de Pichincha, el Centro Histórico, Chillogallo, La Ecuatoriana. En los valles se ha identificado mayores estructuras vegetales, pero se va a trabajar en los centros de las parroquias, como Tumbaco.
La selección de especies arbóreas se realiza mediante un análisis técnico que considera diversos factores, como el ancho de la acera, la presencia de infraestructura eléctrica, zonas comerciales y el tránsito vehicular.
Se prioriza el uso de especies nativas por los servicios ecosistémicos que proporcionan y se busca maximizar la diversidad para prevenir epidemias derivadas del monocultivo.
Los beneficios de tres especies nativas:
guaba: captura carbono, da sombra, reduce material particulado, tiene una floración llamativa, alimento, controla la erosión en pendientes, es promotor de avifauna y etnofauna.
cedro: captura carbono, da sombra, reduce material particulado, es atractor de lluvias y es maderable.
molle: captura carbono, da sombra, baja el material particulado, es promotor de etnofauna.
La Empresa Pública Metropolitana de Movibidad y Obras Públicas (Epmmop) no descarta la introducción de especies exóticas de rápido crecimiento en áreas específicas que requieren de una cobertura vegetal.
Por ejemplo, las especies exóticas introducidas, como las acacias, los cepillos, las magnolias, los nísperos y la palma fénix se ocupan- por su tolerancia- en suelos pobres.
Sin embargo, Sebastián Pillajo, jefe de la Unidad de Patrimonio Natural de la Secretaría del Ambiente, enfatizó que se dará prioridad a las especies nativas.
Incluso en donde hay plantaciones forestales de eucalipto se desarrollarán planes pilotos de investigación para ir cambiando a bosques. Esto se trabajará en las laderas del Pichincha y con universidades para establecer monitoreos continuos de suelo, humedad, entre otros indicadores de restauración.
La red verde urbana tendrá cinco ejes
Esta iniciativa, que arrancará en septiembre aprovechando las mejores condiciones climáticas, es parte del plan conocido como “Corredor verde urbano”, con el cual se busca consolidar la red verde en Quito, a través de cinco ejes.
El concepto de corredores verdes consiste en establecer masas de vegetación internas en la urbe que se conecten con las grandes masas externas. En este caso con el Pichincha, Atacazo, parques metropolitanos, el Panecillo, las quebradas y áreas protegidas.
Al final lo que se busca es incrementar el Índice Verde Urbano, que la Organización Mundial de la Salud (OMS) fija en al menos 9m2 por cada habitante.
Como Secretaría del Ambiente, Pillajo explicó que van a ajustar la metodología para actualizar este índice de manera continua y contar con datos por administración zonal. Esto es parte del Plan Maestro de Espacio Público, que está planificado hasta diciembre del 2024.
En esta visualización puede ver por donde van los cinco ejes que ha planificado el Municipio de Quito, a través de la Epmmop, Secretaría del Ambiente y las administraciones zonales.
Para cumplir con estos corredores se emplearán distintas estrategias:
- Plantación de arbolado vial (veredas, parterres)
- Arborización en parques u otras áreas naturales abiertas
- Franjas vegetales (sobre muros o parterres)
- Techos verdes
- Jardines verticales o muros con enredaderas
- Huertos urbanos
- Otras soluciones basadas en la naturaleza
En el caso del eje 4, que ya está en marcha desde diciembre de 2023 y se extenderá hasta diciembre de 2024, se incluye la plantación de árboles en la avenida Mariscal hasta la avenida Atahualpa. Aquí se conecta Rumipamba con el Parque La Carolina.
También se han establecido franjas vegetales en el parterre de la avenida Mariana de Jesús y jardines verticales en el paso de desnivel de la avenida Atahualpa.
Todavía falta por ejecutar la instalación de un techo verde en la estación de la Metrovía en la avenida 10 de Agosto.
La inversión de estos cinco ejes supera el millón de dólares.