Sofía Gordón (izq.) y Gabriela Gallardo (der.) se movilizan a diario en sus bicicletas.Foto: Vicente Costales / EL COMERCIO
Los ciclistas que se movilizan en la zona urbana utilizan ciclovías, aceras y calles destinadas para vehículos para llegar a sus destinos. La infraestructura habilitada exclusivamente para este tipo de transporte no motorizado es limitada.
En la actual administración municipal no se han construido nuevas ciclovías, según integrantes de los colectivos Carishinas en Bici, Ciclistas Urbanos y Fundación Biciacción.
Desde hace 16 años, Sofía Gordón (32 años), integrante de Carishinas en Bici, utiliza su bicicleta como medio de transporte. Ella ha aprendido a realizar gestos con sus brazos y maniobras para advertir a los conductores su presencia en las calles. “La infraestructura para los ciclistas es deficiente”.
La red de ciclovías tiene 83,6 kilómetros, informó la Secretaría de Movilidad. Toda la infraestructura vial de la ciudad está formada por alrededor de 4 148 km.
Dentro de las ciclovías constan espacios en áreas recreativas, vías segregadas -con divisores- como en la Amazonas, Isabel La Católica, Wilson… y otras son compartidas -sin separadores- como la Antonio de Ulloa, Luis Cordero, Diego de Almagro y Reina Victoria.
En estas últimas calles, la actual administración replanteó el diseño de las ciclovías debido a conflictos que se generaron en esos sectores o por intervenciones en la calzada.
Por ejemplo, en la Ulloa y Cordero se retiraron los separadores de la calzada, en el 2014. En su lugar se pintó una señalización horizontal.
Estas líneas trazadas, en ocasiones, son ignoradas por algunas personas. Durante un recorrido realizado el lunes en la tarde se evidenció que los ciclistas deben sortear vehículos en movimiento o puertas que se abren de los carros estacionados en la zona azul.
Para Pablo Palacios, integrante de Ciclistas Urbanos, las intervenciones realizadas durante esta administración en las ciclovías de la Ulloa y Cordero no fueron acertadas.
Para que estas sean consideradas vías compartidas se debieron tomar medidas complementarias, agregó Palacios. Aparte de pintar líneas en la calzada, había que reducir el límite de velocidad en la zona y construir intersecciones amplias para los ciclistas, entre otras. “Tal como están , estas ciclovías no son seguras”.
La falta de parqueaderos, la conexión entre la red de ciclovías, la integración del transporte no motorizado con el servicio público masivo y la extensión de un carril para ciclistas hacia el sur son otras de las demandas pendientes.
El proyecto para ampliar la ciclovía al sur está planteado desde la administración municipal anterior. Pero todavía no se ha concretado. Carlos Zurita, presidente de Fundación Biciacción, consideró que se deben tomar en cuenta los estudios realizados y socializar la información con los colectivos para tener una infraestructura ciclista adecuada para la urbe.
Los trabajos para extender la ciclovía al sur se iniciarán a fines de este año. Se cuenta con los estudios para determinar la ruta que se tomará para conectar el Centro con Quitumbe, explicó Darío Tapia, secretario de Movilidad.
En total serán 58,5 km de las calles y avenidas que se usarán para este propósito. Las vías son: 5 de Junio, Hugo Ortiz, Cardenal de la Torre, Ajaví, Solanda, Rumichaca y Quitumbe.
Además, está previsto dar mantenimiento a las ciclovías actuales, extender la bici pública hacia el sur, incorporar más unidades eléctricas y convencionales, construir estaciones en andenes de buses, habilitar 150 parqueaderos, colocar 50 portabicicletas en troles y alimentadores. El otro año se construirán ciclovías en Cumbayá, Tumbaco y El Chaquiñán. En promedio, en estas medidas se invertirán alrededor de USD 10 millones.
“Estos dos años han sido de ardua planificación (…) Nos estamos tomando en serio al transporte no motorizado en la ciudad”, precisó Tapia.
En este período, según la Secretaría de Movilidad, se ha pasado de 1 000 viajes diarios en bicicletas públicas a 2 500.
Punto de vista
‘Faltan metas claras en la ciudad’
Galo Cárdenas
Consultor en Transporte y Movilidad Sostenible
Para definir qué acciones se van a realizar en pro de los ciclistas se deben establecer cuáles son los objetivos de sostenibilidad de la urbe. Las bicicletas son claves para una ciudad sostenible. En Quito solo un 0,3 % de viajes diarios (13 000) se hacen en este medio de transporte. Una ciudad apta para los ciclistas requiere de infraestructura: vías, señalización, esquinas amplias; políticas públicas con participación ciudadana, y educación para fomentar el respeto entre todos los usuarios de las vías. Faltan metas claras en la ciudad. Actualmente, es positiva la intervención en la bicicleta pública, pero también hay un retroceso en corredores como el de la Diego de Almagro, ahí se retiró la ciclovía.