Los representantes de la Dirección General de Aviación Civil (DGAC) explicaron que desde el 2019 se implementó un procedimiento para mitigar las turbulencias, vientos de cola y cizalladura del viento (diferencia en la velocidad del viento o su dirección entre dos puntos en la atmósfera terrestre) en el Aeropuerto Internacional Mariscal Sucre, de Quito.
El incremento de este fenómeno meteorológico regularmente ocurren en la época seca como la presenta y afecta a los vuelos en el tramo de aproximación final a la pista 36 (cabecera sur) de la terminal aérea.
De acuerdo con un comunidad de esta entidad, a través de este método, utilizado en los meses de julio y agosto, los Controladores de Tránsito Aéreo aplican un procedimiento alterno al usual para guiar a las aeronaves con seguridad para un aterrizaje sin contratiempos.
“Las aeronaves podrán ingresar por el sur del aeropuerto para luego incorporarse por el sector occidental del cerro Ilaló (Tababela) y, posteriormente, completar su fase final del vuelo, previo al aterrizaje, en la cabecera sur de la terminal”.
Según la DGAC, para la ejecución de este procedimiento, el personal de Gestión de Tránsito Aéreo de la Dirección de Navegación Aérea realizó un análisis SMS (Sistema de Gestión de Seguridad), verificación en el simulador operacional ATC (Control de Tránsito Aéreo) y otras acciones reglamentarias.
De esta forma los controladores aéreos de aproximación proporcionan una guía vectorial a las tripulaciones con la intención de conducir a las aeronaves por la ruta de menor incidencia meteorológica para la navegación aérea.
“La medida de mitigación reduce la posibilidad que el piloto no pueda finalizar su aterrizaje por los vientos de julio y agosto. En este período hay influencia de vientos que provienen de la región amazónica, los cuales chocan con el cerro Ilaló y forma una especie de torbellinos que se los conoce como turbulencias y cortantes de viento que ocasionan dificultades a las aeronaves en la fase final al aeropuerto de Quito, situación que no afecta el normal desenvolvimiento de las operaciones aéreas”, informó la DGAC.