Quizá no haya avenida en Quito que no tuviera tanta transformación como la Naciones Unidas. De hecho, su primer nombre fue De los Estadios. Desde la mitad del siglo XX, cuando se comenzó su construcción, había enormes descampados. Parte del estadio Olímpico Atahualpa y termina en la avenida América. Esta vía es un icono de modernidad y memoria.
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Los recuerdos y el presente de la avenida Naciones Unidas
La avenida Naciones Unidas es la vía más ancha de la ciudad: 80 metros. Cruza con las avenidas más importantes del macrocentro quiteño con sus 1 800 metros de longitud: la Seis de Diciembre, la Shyris, la Amazonas, la Diez de Agosto y la avenida América. Y en cada uno parece tener su particularidad.
En el primer cruce está el estadio Olímpico Atahualpa; en el segundo, el parque La Carolina, que se extiende hasta la avenida Amazonas y, con él, algunos centros comerciales, los primeros que se levantaron en la década de los 70. Además, en el tercero, por la Amazonas, gira el mundo financiero de Quito.
En el cuarto cruce, es el paso del trolebús, con el que inicio del transporte moderno y masivo de Quito. Al final, la avenida América, cuyo redondel perdió la belleza que tenía con la pileta a colores, que fue parte de la fascinación del Quito de finales de los 70 y principios de los 80.
La primera escalera mecánica
Fue en el Centro Comercial Naciones Unidas -más pronunciado como C-C-NU- en donde hubo la primera escalera mecánica en Quito. Fue una de las cosas más emocionantes de la ciudad, al punto que, en esos años 70, fue una gran atracción. Había que ver esa escalera mecánica y sentirla. Era como estar en el primer mundo.
Había un guardia cuya tarea especial era cuidar el buen uso de la escalera. Tenía un silbato y pitaba si alguien se atrevía a ir contra corriente: subir cuando la escalera bajaba o bajar cuando la escalera subía.
La vorágine de la ciudad
Aunque hay quienes viven en algunas edificaciones que dan a la avenida Naciones Unidas, no se puede decir que se trata de un barrio. La vida de barrio implica tener tiempo y eso es lo que precisamente falta en esta vía. No hay tiempo en la avenida Naciones Unidas y sus alrededores. Así son las zonas financieras de cualquier parte del mundo. La ciudad de Quito en esta zona es una vorágine.
Los automóviles ruedan al apuro y los bocinazos son frecuentes. Las personas caminan casi sin mirar atrás. Los despistados son una novedad. Hay ventas ambulantes en pequeños quioscos y pocos tienen tiempo o ganas para hablar. Algunos están pendientes de las autoridades municipales de control. Pasan raudos los scooters y las bicicletas.
Cruzar la calle, un riesgo en varias partes
En los 1 800 metros de longitud que tiene la avenida Naciones Unidas, hay seis puntos de semáforos. Están en las intersecciones con la Seis de Diciembre, República de El Salvador, Shyris, Japón, Amazonas, Diez de Agosto y América.
Sin embargo, en tres intersecciones no está clara la indicación de la zona cebra, en la que tiene prioridad el peatón. Es más, en la Seis de Diciembre literalmente no se ve el paso peatonal. Tampoco en la Diez de Agosto tiene claridad y en el redondel de la América hay que tener coraje y pasar a las corridas.
Los cruces más graves se dan en las intersecciones con las calles Núñez de Vela e Iñaquito (entre Amazonas y Diez de Agosto). Ahí es pase como quiera y sálvese quien pueda. Al no haber semáforo, los vehículos parecen tener la prioridad.
En un momento, dos vehículos se detuvieron para que pasaran los peatones a la altura de la Núñez de Vela. Ocupaban los carriles izquierdo y central.
z de Vela, por el carril derecho venía un vehículo blanco, conducido a toda velocidad por un joven. Si alguien no le gritaba “¡Ey, para!”, y frenara de golpe, alguna víctima habría, porque los peatones ya estaban a uno o dos pasos.
Además, solo hay un puente peatonal, que no tan pocas personas usan. Está entre la Shyris y Japón.
De cualquier modo, la Naciones Unidas es la gran avenida de Quito, en donde se siente que es una ciudad grande, pujante, moderna y siempre en tensión consigo misma.