Los animeros 'pasean' a las almas en el Día de Difuntos

Animeros de la Iglesia de Tumbaco se prepararán para la procesión del Dos de Noviembre. Foto: Diego Pallero / EL COMERCIO

Salen del cementerio y recorren las calles de Tumbaco con las almas de quienes ya no están en esta tierra. Entre rezos y cánticos pasean y regresan a su nicho a descansar, hasta el próximo año.

Esa es la labor de los animeros. En la parroquia nororiental tres hermanos mantienen viva la tradición que heredaron de sus padres y abuelos.

"No sé si seamos la tercera generación, quizás más", calcula Carlos López de La Cruz, uno de los animeros del sector. A sus 77 años recuerda cómo empezó con esa labor cuando apenas tenía 12.

Es una cuestión de vocación, dice. Sus hermanas Rosa y Angela concuerdan y añaden el trabajo duro y la responsabilidad que cumplen.

#ENVIVO la tradición del animero para la celebración del día de Difuntos se mantiene en Tumbaco.Reporta Patricia Armijo

Posted by El Comercio on Friday, October 28, 2022

Niegan sentir temor aunque reconocen haber vivido situaciones paranormales. Para ellas se trata de algo habitual en el oficio.

Para la protección espiritual rezan una novena y portan una insignia bendecida por el sacerdote local. A diferencia de otros lugares, aquí los animeros no usan una ropa particular ni cargan calaveras.

El ritual del animero es popular en varios sectores de la Sierra ecuatoriana. Aunque en Quito cada vez hay menos.

Los hermanos López lamentan que la tecnología aparte a los más jóvenes de las tradiciones religiosas. Pero conservan la fe de que alguien acoja la tradición y no la deje morir.

Previo a la celebración de Difuntos, los animeros recorren cada sector de Tumbaco. El propio día, 2 de noviembre, preparan una procesión con la patrona de las almas, la virgen del Carmen.

Se estima que esta es la tercera generación de animeros. Foto: Diego Pallero / EL COMERCIO

Desde las 18:00 está prevista la celebración que inicia con una misa. Luego los fieles partirán del cementerio a la iglesia central de la parroquia.

Todos quienes deseen pueden acudir al evento. 

Las historias 

Carlos López de La Cruz, cuenta con total pasividad como las almas lo han seguido hasta la casa. Los niños suelen afectarse del conocido como "mal aire".

"Siempre hay que ir fumando y rezando para dejar a las almas en su sitio y que no sigan al animero", explica. Eso también lo aprendió de sus antepasados.

"Así me decían (los hijos) ahí va una (alma) por allá salió otra", cuenta el hombre. Y asegura que podían ver más de una presencia fuera de este mundo.  

Rosa en cambio recuerda una ocasión en que el camión de su hermano se quedó varado en uno de los recorridos por finados. "Yo pedí a las almitas que nos ayuden y el carro salió sin toparle”, cuenta sim sentir ningún temor.

Para Blanca eso no existe en su fe ya que finalmente Cristo “llegó  a buscar a los pecadores”. Está convencida y planea seguir con la tradición mientras tenga vida. 


Visita nuestros portales:

Sigue a EL COMERCIO en Google News CLIC AQUÍGoogle News


Suplementos digitales