Desde que empezó el aluvión, los vecinos de la calle Alonso de Mercadillo no han parado. Con palas y costales intentan alejar el lodo y los escombros de sus casas. Hasta la tarde de este martes 1 de febrero del 2022, el material se acumuló en esa vía, en el tramo que va desde la Versalles hasta la avenida 10 de Agosto.
Todo lo que ha bajado por La Gasca, desde la noche del lunes, se quedó en esa zona. Por eso se formó una especie de piscina profunda, por donde los moradores transitaron, en espera de que llegue maquinaria del Municipio a ayudarles.
“Nosotros no podemos solucionar esto con palas, esto es demasiado grave”, dijo Josefina Correa, quien prefirió asomarse desde su local de hamburguesas y no salir hasta que llegue la ayuda.
A los moradores les preocupa que la ayuda se demore, ya que en esa calle viven varios adultos mayores, quienes no pueden esforzarse del mismo modo que jóvenes como Alejandro Jara. Él permaneció en el sector, intentando que el lodo no ingrese a su local de suministros de oficina.
En el parqueadero del sitio, una camioneta se hundió casi por completo en el lodo. Su propietario, Alfredo Vásquez, no paró de trabajar en el lugar durante toda la noche del aluvión. “Hemos intentado solucionar por nuestros propios medios, hacer canales de desfogue, pero es imposible”.