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Paco Moncayo: ‘Guarderas no debe repartir los cargos ni las comisiones’

Alcalde de Quito durante dos períodos consecutivos (2000-2004 y 2004-2009). Foto: Archivo / EL COMERCIO

Por primera vez Quito remueve a un Alcalde. ¿Qué le llevó a la administración a perder el norte?

Tengo la visión muy clara de lo que ha sucedido. Hay que reconocer la descomposición del sistema político nacional. Hemos visto con angustia cómo se roba descaradamente. Todo es un estado de descomposición del liderazgo político del país. En Quito se estaba reproduciendo eso. Tuvimos ya en la administración de Rodas dos ediles que legislaban con grillete. Nada en la vida es eventual. Es una relación de causa y efecto.

Una de las mayores críticas a Jorge Yunda fue justamente una de las mayores fortalezas suyas en la Alcaldía: la planificación.

Uno no puede ofrecer su nombre para una candidatura si no tiene la preparación, ni la experiencia, ni el equipo.
Antes de ser Alcalde, cuando me ofrecieron la candidatura, con mucha anticipación conformamos un equipo para hacer el plan Quito Siglo XXI. Soy experto en planificación y bajo mi dirección elaboramos el primer plan de desarrollo regional, con apoyo del PNUD, con la participación de 500 líderes de todos los sectores que planificaba hasta el 2025.

¿Por qué no se lo desarrolló?

Ese es el tema. Porque luego llegó Augusto Barrera con una visión distinta de ciudad. Mientras nosotros alineábamos un modelo relacional de participación público-privada como en Barcelona y en otras grandes ciudades del mundo, llegó el socialismo de siglo XXI con visión centralista, estadista, autoritaria y piramidal, y dijeron que yo había querido privatizar la ciudad y pararon el proyecto.

¿Y llegó Rodas con otro plan?

Así es. Deben entender que el plan estratégico no es un plan de gobierno. Y lamentablemente los alcaldes no entienden la diferencia y vuelven a querer planear estratégicamente

¿Por qué? ¿Ego de los alcaldes?

La gente quiere llegar a refundar Quito. Ese complejo adánico, además de querer ser el mejor Alcalde de la historia. Un buen Alcalde debe desear que el próximo sea mejor. Pero aquí llegan a decir que el anterior no ha hecho nada. Eso sí, lo que está mal se debe corregir. Pero aquí cada Alcalde viene a inventarse una ciudad.

¿Cómo sostener un plan?

Se necesita un gran acuerdo de los quiteños. No podemos seguir con 17 candidatos que quieren ser alcaldes, debe haber una forma de calificar en el partido. Ese gran acuerdo quedó plasmado y aprobado en el Estatuto Autonómico de Quito, que fue aprobado en el 2009 y que Fernando Carrión, quien fue mi concejal, terminó de pulirlo hace poco. Pero ahí quedó.

¿Se debe retomar ese análisis?

No le recomiendo al Alcalde porque estamos en pandemia y quebrados. Hay otras prioridades.

¿Qué debe hacer?

Una reforma presupuestaria y orientar lo que no se ha usado a políticas de recuperación económica. Cuando yo asumí la Alcaldía también estábamos en la crisis del 2 000, pero logramos salir de esa crisis con empleo. Por ejemplo, en lugar de pavimentar, adoquinamos las calles, porque eso generaba más actividad y más empleo. Llegamos a producir un millón de plantas en los viveros. Eso involucra participación y trabajo. Hay que hacer una planificación de emergencia para estos dos años. Los graves problemas este momento son la pandemia la pobreza, el desempleo y el Metro. No hay que detener las obras.

El exalcalde seguía inaugurando canchas en los parques.

Eso es obra pública demagógica y populista. Hay que generar empleo. Un plan de reactivación con no más de cinco ejes para reactivar la economía. Eso genera incluso políticamente paz porque con hambre los agitadores políticos tienen campo abierto para desestabilizar a los gobiernos.

¿Colaboraría con Guarderas?

Es deber de todos colaborar, sin condiciones, sin cargos, sin sueldo. Puedo tomarme un cafecito con el Alcalde. Pero no hacer un llamado para hacer un show como con el supuesto consejo consulto de alcaldes que convocó Yunda y que nunca funcionó.

¿Un consejo para Guarderas?

Que no reparta los cargos ni las comisiones. Que no haga lo mismo que el exalcalde. El Municipio de Quito tiene un gran patrimonio que es la gente de planta. ¿Qué haría yo? Pedir la renuncia a todos los cargos políticos de libre remoción, y buscar entre los funcionarios de mayor trayectoria de carrera para que se hagan cargo de una dirección. No cuotas para partidos, sino gente de las mismas empresas que llevan más de 20 años allí.

¿Qué enseñanza deja todo lo ocurrido a la ciudad?

Los políticos deben entender que estamos en etapa superior del sistema democrático, la democracia de participación ciudadana. No es “yo te elijo y allá harás lo que quieras con el cargo”; hoy la Constitución y el Cootad establecen condiciones muy importantes para que el que es elegido no tenga patente de corso. Lo que pasó es una enseñanza para alcaldes y prefectos. Quito siempre ha sido pionera y ahora es pionera en aplicar algo que fortalece la democracia.

Su trayectoria

Político, profesor y exmilitar ecuatoriano. Diputado nacional (1998-2000), Alcalde de Quito durante dos períodos consecutivos (2000-2004 y 2004-2009), y asambleísta por la provincia de Pichincha (2009-2013).