Tras dos días del inicio oficial del año escolar en el régimen Sierra-Amazonía, la venta de útiles escolares se incrementa en el Centro Histórico de Quito. Allá acuden, especialmente, padres de familia de estudiantes de planteles fiscales para adquirir los materiales que necesitan sus hijos para el período escolar 2022-2023.
En el régimen Sierra hay cerca de 1,8 millones de estudiantes, de los cuales el 73% pertenecen a instituciones educativas fiscales. Para estos centros, el Ministerio de Educación publicó la lista básica de útiles escolares que se debe adquirir desde inicial hasta tercero de bachillerato. En el caso de planteles particulares, la disposición del Ministerio fue que se dé a conocer la lista de útiles con sus precios referenciales, antes de las matrículas.
A lo largo de la calle García Moreno se formaron varias filas, este sábado 3 de septiembre del 2022. Madres y padres de familia esperaron hasta por más de una hora para ingresar a una de las papelerías de ese sector y adquirir las listas de útiles. Se trata de un gasto que vuelven a hacer, tras dos años de pandemia, señalaron.
Este sábado 3 de septiembre del 2022, al interior de las papelerías fueron necesarias hasta 30 personas para atender a la cantidad de gente que acudió a comprar útiles escolares. “Se acabaron los forros cosidos”, “que entre una persona”, gritaban los vendedores, en medio del bullicio, mientras sacaban paquetes con docenas de cuadernos universitarios.
Los materiales que se compran
Alrededor de las 13:00 de este sábado, 13 personas se encontraban detrás de las vitrinas para atender a los compradores del local Papelerías Económicas. Las canastas con los materiales solicitados por los padres coparon el espacio disponible encima de los exhibidores y se llenaron con cuadernos, carpetas, témperas, lanas, legos y otros.
Algunos padres también solicitaban toallas de cocina y paños húmedos. Contaron que estos materiales les solicitaron a sus hijos que cursarán el nivel inicial.
El local abrió a las 08:00 y, en esta época, permanece lleno desde esa hora hasta el cierre, a las 19:00 contaron los representantes. Uno de ellos debía permanecer en la puerta para evitar que más personas ingresen al sitio de unos cuatro metros cuadrados hasta que lo indique alguno de los vendedores. Al interior apenas había espacio para moverse.
El presupuesto de los padres
Gustavo Cornejo fue a Papelerías Económicas para adquirir la lista de útiles de su hija de tercero de básica. Le parece que los precios han subido con respecto a la última vez que compró. En ese sitio pagó USD 60. El padre de familia dice que ahí no terminan los gastos, ya que también adquirió uniformes por USD 90.
Además, señala que conforme avanzan los días de clase, generalmente, continúan pidiéndoles insumos. “Toca ver si el Gobierno da los libros o habrá que comprar. A eso se suma que siempre piden la cartulina, la lámina y cositas que los niños van necesitando”.
El mismo ambiente hubo en Librería y Papelería Popular. Ahí, alrededor de 30 personas atendían a gran cantidad de gente al interior del local; y afuera la fila doblaba en la esquina. Durante años, Silvia Morales prefiere acudir a este sitio, ya que asegura que es más económico. “Aunque sea cinco centavos menos, pero ya representa un ahorro”.
Mientras espera que le entreguen los materiales, la madre cuenta que su presupuesto para los útiles de su hijo de tercero de bachillerato es de USD 40. Si la cuenta supera ese valor, la madre señaló que tendría que desistir de la compra de algunas cosas.
Pese al gasto, prefieren clases presenciales
Ambos padres de familia coinciden en que las clases presenciales son lo mejor para el aprendizaje de sus hijos. Gustavo Cornejo dice que en ambas modalidades ha tenido que invertir en lo que su hija necesite. Silvia Morales dice que durante las clases virtuales se ahorraba en pasajes y colación, pero reconoce que su hijo no aprendió bien.
Las ventas ambulantes también se volcaron a la demanda de la temporada. En el exterior de las papelerías se ofrecen esferos, marcadores, resaltadores, sacapuntas, borradores y otros accesorios. Los paquetes de estos materiales cuestan entre USD 1 y 1,50.
Jennifer Pinto, vendedora dice que la venta no es tan alta, ya que los padres adquieren la mayoría de útiles en los locales. Sin embargo, dice, algunos sí le compran cuando salen de ellos.