En la Estación de El Recreo se instalaron ayer láminas de policarbonato para separar la cabina del conductor. Foto: Galo Paguay / EL COMERCIO
El semáforo amarillo modificado empezará en Quito el 3 de junio, pero el transporte público urbano reanudará sus labores ocho días después, el 11.
El Municipio explicó que la razón para que el servicio público empiece luego es porque se está determinando el modo de operación para el traslado de personas en la ciudad.
No obstante, luego de las declaraciones de la ministra de Gobierno, María Paula Romo, en las que dio a conocer nuevos parámetros en la semaforización, la Secretaría de Movilidad informó ayer 28 de mayo del 2020 que están reprogramando el plan.
La Alcaldía indicó a este Diario que apenas tenga establecido el nuevo mecanismo para el regreso del transporte público lo dará a conocer.
El secretario de Movilidad, Guillermo Abad, señaló en Ecuadoradio que para reanudar las actividades productivas y de servicios, junto a los protocolos de seguridad, el Cabildo propone el ingreso y salida de los sitios de trabajo con horarios escalonados para evitar las aglomeraciones en el transporte.
Por ejemplo, de 06:00 a 07:00 ingresará el sector industrial; de 08:00 a 08:30 el servicio público; de 09:00 a 09:30 el sector comercial; y de 10:00 a 10:30 el de servicios.
Ese cuidado extremo se impone porque los buses son un importante foco de propagación del covid-19. Según la OMS, el 62,8% de los contagios en el mundo se dio en este sistema. Tomando en cuenta esa alerta, Abad está convencido de que se necesitan protocolos estrictos para que el transporte público vuelva a operar, pero solo con el 30% de aforo en cada unidad.
Lo primero que hizo la Secretaría fue medir la demanda de ese servicio en el cambio de semáforo. El estudio señaló que medio millón de personas usará buses en el Distrito, La cifra incluye trabajadores públicos y privados,
200 000 comerciantes informales y 180 000 personas que realizan distintas actividades (trámites, compras, etc.).
Diariamente cada pasajero realizará dos viajes, lo que suma un millón de viajes al día.
Para ello se necesitan 1 208 buses convencionales (incluidos alimentadores); es decir, el 40% de las 3 000 unidades que operan en el Distrito.
La flota municipal operará al 100%. Son 260 articulados, biarticulados y troles repartidos en los corredores exclusivos, dice Gustavo Hinostroza, gerente de Operaciones de la Empresa de Pasajeros.
A la segmentación de horarios de las actividades productivas se sumarán dos medidas: los empleados deben movilizarse en transporte institucional; y los taxis trabajarán todos los días (placas par e impar) con tarifa reducida (USD 1 la carrera mínima.
En el sistema municipal se ejecuta una serie de medidas de bioseguridad. Por ejemplo, señaléticas en estaciones y paradas; instalación de cabinas de protección alrededor de los conductores; socialización de las normas sanitarias y distanciamiento de los pasajeros, entre otras.
También se optimizó el uso de las unidades: se suspendió temporalmente el circuito C2, que unía El Labrador con Morán Valverde. Esa flota se sumará al circuito C1, que va de El Labrador a El Recreo.
La extensión del trole a Carcelén se cubrirá con buses tipo para que los articulados refuercen el circuito principal, explica Hinostroza. Ya concluyó la señalización de las paradas de las terminales, troncales y puntos de desembarque. Y la instalación de dispensadores con alcohol-gel.
Por el lado de los usuarios, también hay seis responsabilidades: uso de mascarilla, respetar el distanciamiento en las filas, medición de temperatura antes de ingresar a las paradas o estaciones, mantener el distanciamiento dentro de la unidad, no usar el servicio si tiene afecciones respiratorias y taparse la boca y la nariz en caso de estornudar.
El transporte urbano convencional también trabaja en esa línea. La Cámara de Transporte del Distrito aglutina a 58 de las 63 operadoras (entre urbanas, combinadas y rurales). Su presidente, José Santamaría, cuenta que la logística para poner en práctica los protocolos está lista en un 80%.
Luis Calvopiña, gerente de la Cooperativa Bellavista, agrega que la sanitización de las unidades estará a cargo del Municipio y que las operadoras tienen la responsabilidad de instalar cabinas aislantes entre conductor y pasajero. Eso está listo en sus 30 unidades, que cubren las rutas San Juan-Pintado y Colón-Camal.
También señalizarán los asientos, el piso y las ventanas. En las gradas colocarán alfombras para desinfectar el calzado y dispensadores de alcohol-gel. Se pedirá al usuario el uso controlado de esos productos porque “el gasto que hará cada conductor es de USD 18 diarios”.
Cada cooperativa trabajará con el 40% de su flota, dice Santamaría. “Al reducir el número de buses el servicio tendrá mayor intervalo; por ejemplo, la Cooperativa Bellavista ofrecía un servicio con un tiempo de 10 minutos, ahora lo hará cada 18 o 20 minutos.
Una de las medidas dentro de la nueva normalidad será la tarifa cero para el transporte público, según anunció el alcalde Jorge Yunda a inicios de mayo. Eso se mantendrá mientras dure la emergencia. Sin embargo, aún no existe ninguna resolución u ordenanza que lo establezca.
Cambios desde el 5 de junio
Toque de queda de 21:00 a 05:00.
Vehículos particulares -incluidas motos- con placas par e impar pueden circular de lunes a sábado. Domingo es prohibido.
La circulación de taxis y transporte mixto con placas par e impar será todos los días.
El transporte institucional circulará sin restricción de placas.
Transporte urbano en Quito circulará con el 30% de aforo. Este servicio se reanudará el jueves 11 de junio.
Transporte interparroquial, autorizado para circular.
Transporte intracantonal, siempre que sea el mismo color de semáforo.
Transporte interprovincial, entre cantones de provincias colindantes.
Los restaurantes y cafeterías funcionarán con el 30% de aforo.
La jornada laboral en modalidad de teletrabajo se mantiene.
Las empresas están obligadas a expedir un protocolo de bioseguridad, considerando los lineamientos establecidos en la Guía y Plan General para el retorno progresivo a las actividades laborales. No se requerirá la aprobación por parte del COE nacional, provincial o cantonal.
Tras la solicitud del pedido del COE cantonal, en Quito la jornada laboral presencial del sector público se mantendrá suspendida hasta el 15 de junio.