El Presidente de Rusia, Vladímir Putin, hablará de la guerra. Pero la feroz resistencia ucraniana aleja su objetivo de exhibir alguna victoria en la región oriental del Donbás en su discurso que dará el martes 21 de febrero del 2023, en el que evaluará la marcha de la invasión tras un año de combates en Ucrania.
“Todos esperan escuchar una evaluación de los acontecimientos actuales, de la operación militar especial, de la situación internacional y la opinión del presidente sobre cómo estamos manejando todo esto y cómo nos desarrollaremos” como país, indicó este domingo el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov.
La intervención del mandatario, en la que Putin hablará de la guerra, será ante ante ambas cámaras del Parlamento. Será la primera en casi dos años, coincidirá con la fecha de hace un año en la que Putin reconoció la independencia de Donetsk y Lugansk, preludio de la campaña militar que ordenaría iniciar tres días después, el 24 de febrero del 2022, “para liberar el Donbás”.
Las fuerzas rusas controlan aproximadamente el 90% de Lugansk y menos de la mitad de Donetsk, pero aún así Rusia se anexionó en septiembre pasado estas dos regiones junto a las sureñas Zaporiyia y Jersón, en las que tampoco controla todo el territorio.
Sistemáticamente, el mandatario ruso ha dicho que la invasión a Ucrania tiene “objetivos nobles”, que no es una guerra y que se trata de “desnazificar” los territorio ocupados. En este discurso, Putin hablará de la guerra y al justificará nuevamente.
Putin hablará de la guerra y su estrategia
Según la inteligencia ucraniana, las tropas rusas tenían la orden de tomar al menos el baluarte de Bajmut, en la provincia de Donetsk, de cara al discurso de Putin.
Los mercenarios del Grupo Wagner, apoyados por las fuerzas regulares rusas, avanzan en este frente pero solo pocos metros al día.
El jefe de Wagner, Yevgueni Prigozhin, ha admitido que como pronto Bajmut podrá ser tomada en marzo o abril.
Este domingo un alcalde de Shajtarsk, Alexandr Shatov, dijo que las fuerzas rusas evacúan a ciudadanos de los suburbios de Bajmut que están bajo su control, lo que evidencia la feroz batalla que se libra en torno a esta urbe.
La viceprimera ministra de Ucrania, Iryna Vereshchuk, confirmó el viernes que hay combates en la ciudad y la artillería alcanza los barrios residenciales, por lo que instó a los 6 000 civiles que aún permanecen en Bajmut (de 70 000 que había antes de la guerra) a marcharse inmediatamente.
El objetivo inmediato de los mercenarios de Wagner es bloquear la carretera de Chasiv Yar y cortar así el suministro a las tropas de Kiev, lo que les acercaría a la meta de crear un cerco en torno a la ciudad, vista como un trampolín para llegar a los bastiones ucranianos de Sloviansk y Kramatorsk.
La misma resistencia ucraniana se encuentran las fuerzas rusas en Vuhledar y Marrinka, cerca de la ciudad de Donetsk, capital regional homónima tomada por Rusia en 2014.
Ucrania
Pese a los consejos de algunos países occidentales de que lo mejor sería abandonar la defensa de Bajmut, el presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, insiste en que jamás abandonará voluntariamente esa fortaleza, porque si se retirasen de allí las fuerzas, Donetsk correría el peligro de caer como un castillo de naipes.
El mandatario recalcó anoche además que la defensa de la provincia es crucial para “lo que estamos preparando para el futuro próximo”.
Los analistas occidentales creen que Ucrania prepara una nueva ofensiva para finales de la primavera o el verano, cuando ya habrá recibido buena parte del armamento pesado prometido por Occidente: vehículos blindados, tanques y algunos misiles de largo alcance.
El ministro francés de Defensa, Sébastien Lecornu, afirmó hoy al diario Le Parisien que su país comenzará a enviar a Ucrania tanques ligeros AMX-10 a finales de la próxima semana. Hace casi dos semanas llegó además a la vecina Polonia el primer tanque Leopard 2 de los cuatro donados por Canadá a Ucrania.
En la vecina Luganks los combates se endurecen
En el frente de la vecina provincia de Lugansk, la situación es igual de complicada que en Donetsk.
Según el líder interino designado por el Kremlin, Leonid Pasechnik, “en Kreminna y Svatove hay una situación muy difícil por la proximidad de la línea de contacto y el hecho de que todo tipo de municiones de (las Fuerzas Armadas de Ucrania) puede alcanzarnos”.
El gobernador legítimo de Lugansk, Serhiy Gaidai, afirmó hoy por su parte que “en la dirección de Kreminna, los rusos están tratando de romper nuestras defensas”.
Recalcó además que las fuerzas del Kremlin “se preparan para intensificar la ofensiva”.
“La acumulación de equipo es grande y el número de soldados va en aumento”, advirtió.
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