Los últimos cuatro años han sido de incertidumbre para los familiares del reportero Javier Ortega, el fotógrafo Paúl Rivas y el conductor Efraín Segarra, integrantes del equipo periodístico de Diario EL COMERCIO, quienes fueron secuestrados y posteriormente asesinados por las disidencias de las FARC en la localidad de Mataje, Esmeraldas, frontera con Colombia.
La Unión Nacional de Periodistas (UNP) decidió declarar este 8 de abril como el Día de Luto en el Periodismo Ecuatoriano en honor a este equipo.
Como homenaje a su memoria, en los exteriores de esta institución se colocó una placa que lleva grabado sus nombres. La entidad señaló que “la inmolación de Javier, Paúl y Efraín, cuando buscaban valientemente información crítica para la democracia ecuatoriana, no debe ser olvidada”.
Cristóbal Peñafiel, presidente de la UNP, entregó un botón simbólico a los familiares de Javier, Paúl y Efraín como compromiso para seguir en búsqueda de respuestas por parte del Gobierno de turno y como homenaje a los demás periodistas que han perdido la vida en el ejercicio de su profesión.
Por su parte, Ricardo Rivas, inició su intervención contando el carisma que caracterizaba a su hermano Paúl para conectarse con la gente, para realizar su trabajo fotoperiodístico y sobre todo para ganarse el cariño de quienes lo rodeaban.
Sin embargo, también dijo que estos cuatro años en búsqueda de la verdad “ha sido un proceso muy difícil. Cuando uno decide luchar por una causa de grave de violación de los derechos humanos es complicado, te transforma toda la vida, te transforma todo tu ser y tienes que tomar una decisión, en este caso luchar por evidenciar un impedimento para llegar a la verdad”.
Mencionó que envió un pedido a la Corte Constitucional, en julio de 2021, solicitando la desclasificación de la información, pero que no existe una respuesta hasta la actualidad. Esperan agotar todas las instancias pertinentes en el país, aunque no descarta que tendrán que acudir a cortes internacionales.
Asimismo, Galo Ortega expresó que la pérdida de su hijo Javier ha sido un proceso duro de superar.
“Ante este dolor me siento muy contento y orgulloso por el homenaje dedicado a Javier, Efraín y Paúl. Han sido cuatro años sin recibir respuestas por parte de las autoridades y seguiremos buscando justicia hasta las últimas instancias”, expresó.