Quito acaba de salir de una crisis peor que la de octubre del 2019. El alcalde de Quito, Santiago Guarderas, habla de los próximos pasos para recuperar a la capital de la República. El burgomaestre agrega que en esta ocasión, el Municipio no tomó partido, como en el 2019, sino que proveyó de servicios.
¿Qué le parece que haya habido un diálogo?
Creo que es saludable, que es lo que es lo que veníamos exigiendo todos los ecuatorianos. Han pasado 18 días en los que, lamentablemente, todos hemos salido perdiendo. Es una situación que además ha generado mucha división. En Quito hemos sufrido destrucción por parte de grupos que son violentos. Incluso, estas marchas han sido utilizadas por delincuentes. Las ciudades merecen respeto y los ciudadanos merecen vivir y trabajar en paz.
Lo que los ciudadanos de Quito necesitan es trabajar…
Todos. Tanto es así que No hay que olvidar que hay un sector en Quito en el que hay indígenas y que tienen aquí establecidos no solo su domicilio, sino sus negocios también. A ellos también el paro les afectó. Todos fuimos perjudicados en esta situación.
La Municipalidad ha sancionado a las volquetas que complicaron el tránsito en el paro. ¿Ese es el camino de la Alcaldía para que esto no sea tierra de nadie?
La Agencia Metropolitana de Tránsito (AMT) hace todos los esfuerzos para sancionar a los infractores. Sin embargo, esta tarea no fue tan sencilla, puesto que vinieron grupos numerosos, armados, que respondían con violencia. Además, tenían cubiertos sus rostros para no ser identificados. Igual las placas de esos vehículos. La AMT ha sancionado a
9 000 infractores y ha emitido 237 reportes administrativos para sancionar a taxistas y transportistas. Se hace la revisión de frecuencias de buses y, como consecuencia, el Municipio revocará los permisos de operación.
También hay que pensar en futuro. Está prohibido quemar los años viejos, porque se daña el material asfáltico. Pero hemos tenido barricadas en todos los barrios y eso habrá que arreglarlo. ¿Ya se ha previsto eso?
Tenemos ya un plan que hemos concebido. Queremos trabajar y vivir en paz, la pandemia ya nos dejó dolor, desempleo, pobreza y estábamos en este proceso de recuperación, de reactivación económica. Esto nos ha provocado un retroceso, discúlpeme, no quiero utilizar la palabra brutal, pero fue grande. Y nos toca volver a empezar, por eso es necesario ir planificando. Hubo espacios en la ciudad en donde lamentablemente existieron confrontaciones. Al menos quienes somos demócratas, creemos en que se puede protestar pacíficamente, pero esta manifestación tuvo niveles por violencia y vandalismo. Obviamente todo esto fue distinto al 2019, porque en este caso el Municipio ha hecho lo que tenía que hacer, sin tomar partido sino por la defensa de la ciudad de Quito.
¿Se ha cuantificado cuánto ha erogado el Municipio en toda esta movilización, para destinar maquinaria para remover las barricadas, para recolectar basura, para sacar los buses a laborar, etc.?
Estamos cuantificando, pero usted ha puesto algunos de los ejemplos que exactamente tienen que ser considerados para llegar a esta determinación. El mismo hecho de que no haya salido la flota de la empresa de pasajeros, es decir, creó un problema que significa una pérdida diaria de más de 110 000 dólares.
Para la recolección de la basura teníamos rutas cortas, pero ahora nos ha tocado dar vueltas y buscar otras vías para poder llegar a las estaciones de transferencia: eso significa mayores gastos. Ayudó el hecho de que el personal nos colaborara por amor a la ciudad, en horas de la noche, en jornadas extendidas… pero eso significa pagar más porque hay que cumplir con las normas del Código de Trabajo. Hay que sumar todos esos gastos para llegar a una cifra que naturalmente es millonaria.
¿Convocará a una minga para arreglar la ciudad?
La próxima semana.