Quito tiene cuatro temas preelectorales

Alcaldía del Distrito Metropolitano de Quito, ubicada en el Centro Histórico. Foto: Municipio de Quito

Quito atravesó una convulsión desde mediados del año pasado. El proceso de remoción del exalcalde Jorge Yunda incidió en una crisis profunda y trajo inestabilidad al interior del Municipio.

Tras seis meses de una nueva administración en el Distrito Metropolitano y en un año preelectoral, la ciudadanía tiene las mismas preocupaciones.  

La seguridad continúa siendo el principal problema para los quiteños y quiteñas. Encuestas, como las de la iniciativa Quito Cómo Vamos, así lo señalan. También lo hace la investigación de Victimización y Percepción de la Inseguridad del mismo Municipio capitalino, realizada durante 2021.  

Por otro lado, la situación de las vías de la ciudad, el transporte público y el Metro de Quito son los principales desafíos para la próxima administración municipal en lo que tiene que ver con la movilidad. Mientras que la vigencia del Plan de Uso y Gestión del Suelo (PUGS), buscará incidir y lograr una mejor planificación urbana. Con ella se pretende un crecimiento más ordenado de la urbe.  

Los eventuales candidatos a la Alcaldía empiezan a definirse. Estos intentan posicionarse mejor ante a los temas de la ciudad. Por ello, aquí planteamos la visión de cuatro expertos sobre los principales problemas que afronta la capital de cara a las elecciones seccionales de 2023.

‘Ahora, donde se ocupa se traza’

El Plan de Uso y Gestión del Suelo no es más que otro esfuerzo, a partir del que se tenía en la década de los 70 con la planificación. En ese momento, en donde se trazaba se ocupaba. Ahora donde se ocupa se traza.

Hernán Orbea, urbanista, considera que la planificación lamentablemente va detrás de hechos consumados. Foto: Archivo / El Comercio

La inercia la cambió el fenómeno de la intramigración nacional. La Junta Nacional de la Vivienda y el Banco Nacional de la Vivienda prácticamente dejaron de funcionar en los años 80, y la política pública se alejó. Eso originó dos cosas: la autoconstrucción y la producción inmobiliaria convencional, que se estructura en el mercado. Ambas han generado una inercia en la que es muy fácil deducir que la planificación va detrás.

Así, la expansión urbana no ha tenido un crecimiento de acuerdo con los tres factores que la ciudad necesita controlar. El primero es la dotación de infraestructura para que los barrios sean accesibles. La segunda es el equipamiento para que sean más orgánicos. La tercera es crear barrios con significación, es decir, con un componente social y cultural.

Hay una lógica clientelar desde el punto de vista político y hay una relación de proximidad de los actores económicos con la política. Eso desvirtúa los afanes de la panificación que se intentan. Hay dos claves deseables: la gobernanza con un Gobierno que funciona con la comunidad y la gestión que debe enfrentar la dispersión de las empresas y secretarías.  

‘Hay que hacer prevención del delito’

Los problemas en seguridad son varios, por ejemplo los robos en las calles. Quito es una de las ciudades con más delitos de este tipo en el país.

También hay inconvenientes con la violencia doméstica, el consumo de alcohol y las riñas. Otro problema también tiene que ver con la venta de drogas.

Daniel Pontón, analista en seguridad considera que el Municipio puede aportar tecnología para prevenir delitos. Foto: Archivo / El comercio

El asunto en Quito es que no se tiene claro cuál es rol del Municipio en materia de seguridad. Se debe trabajar con mucha más fuerza en la prevención de delitos. Ese es el rol fundamental que se les pide a los Gobiernos locales.

Esto se debe hacer en tres ámbitos. El primero tiene que ver con la infraestructura urbana. Eso da una orientación hacia la prevención. Tiene que ver con parques, iluminación y rediseño urbano, entre otros. Esto sí es competencia del Municipio. El otro elemento es la organización y participación ciudadana. Se debe tomar en cuenta la educación y la rendición de cuentas. Eso implica una ciudadanía más empoderada y resiliente frente al tema del delito.

El tercer elemento importante es generar mecanismos de coordinación interinstitucional más sinérgicos y que funcionen mejor. El rol del Municipio en las dos últimas administraciones ha sido bastante débil en ese aspecto. Se necesita un mayor nivel de coordinación con las autoridades que ejercen el control en la ciudad. Debe haber alguna capacidad de innovar acciones de prevención.

‘Clave, reestructurar Quito Honesto’

Uno de los problemas más graves que afecta a Quito es la corrupción. Específicamente en la gestión del último Alcalde que fue removido.

Es importante que quien quiera representar a la ciudad no se preocupe solamente de un plan que trate los problemas de seguridad, medioambiente, movilidad, crecimiento, etc. También debe estar en la capacidad de presentar un plan cuyo centro y eje transversal sean la transparencia y la lucha contra la corrupción.

Ruth Hidalgo, directora de Participación Ciudadana, dice que falta una secretaría de transparencia autónoma. Foto: Archivo / El Comercio

Para eso se tiene que fortalecer y rediseñar los estamentos y organismos que ya existen y que además son aliados del mismo Municipio. Estoy hablando de Quito Honesto. Quizá es momento de repensar a ese organismo.

Se puede analizar el eliminarlo y caminar hacia una secretaría de transparencia independiente, autónoma, con menos gente, pero más eficiente. El problema de Quito Honesto es que debería haber sido el centro de investigación, denuncia y punto de partida del envío de los contratos mal hechos o de aquellos que han sido señalados por corrupción evidente. Hasta ahora no ha hecho nada y, antes tampoco lo hizo.

Eso habla de que quizá es necesario fortalecer ese organismo y darle una mejor estructura. Es importantísimo que esa secretaría de transparencia se articule con otros organismos importantes, como la Procuraduría y las Administraciones Zonales.

‘El desafío es el transporte público’

El principal desafío de la ciudad de Quito es el transporte público. Me parece que por un lado el Metro debe empezar a funcionar. Se ha establecido, en este momento, una hoja de ruta y es la que se deberá seguir para ponerlo en operación.

Sin embargo, un reto también será revitalizar el Trole, la Ecovía y los corredores Central Norte y Sur Occidental. El nivel del servicio de los buses que operan en ellos no es bueno.

César Arias, consultor en movilidad, dice que hay que revitalizar el transporte público y ocuparse del peatón. Foto: Archivo / El Comercio

Eso implica una gran inversión, que puede superar fácilmente los USD 200 millones para reemplazar esos equipos, ya obsoletos en muchos casos. En el caso de los corredores, por ejemplo, se debe recurrir a los buses eléctricos.

Otra medida importante sería abrir la estación de La Y para operar el corredor Labrador-Carapungo, porque, junto con el Central Norte, pueden traer pasajeros directamente a El Labrador para el Metro. Así se puede mejorar la demanda de este último.

Otro desafío es la construcción de aceras en toda la capital. Las de Quito necesitan una regeneración, porque los peatones están prácticamente abandonados.

También se debe trabajar en lo relacionado con las bicicletas. La construcción de ciclovías debe continuar. Pero esa también es una medida complementaria a las de revitalización del transporte público. En él se moviliza más del 70% de la población, cerca de un millón de personas.

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