La Secretaría de Comunicación informó el domingo 16 de abril sobre un problema de salud del presidente Guillermo Lasso. El quebranto generó la suspensión de dos reuniones del Consejo de Seguridad Pública y del Estado (Cosepe), que debía liderar el Primer Mandatario en Esmeraldas.
La situación del estado de salud del Presidente coincide con la nueva etapa del proceso de juicio político que se impulsa en la Asamblea Nacional y con una nueva ola de inseguridad. Se inicia la fase de comparecencias en la Comisión de Fiscalización. El 16 de abril finalizó el plazo para la presentación de pruebas de oficio.
El 15 de abril Lasso concedió una entrevista a un medio de comunicación internacional y luego de eso tuvo “un cuadro de fiebre y malestar general”, según dijo la Secretaría. El Presidente fue trasladado al Hospital Militar, en Quito, y el diagnóstico fue una infección en las vías urinarias.
Los médicos recomendaron que ante los problemas de salud, el Jefe de Estado debía permanecer en ese Hospital para observaciones y reposo mientras le administran el tratamiento. Hasta tanto, para la tarde del 18 de abril está programada la próxima sesión de la Comisión.
En la lista preliminar de comparecencias están el exsecretario Anticorrupción Luis Verdesoto; el exgerente de Petroecuador Hugo Aguiar; el exministro de Energía Xavier Vera, el periodista Andersson Boscán y el exsecretario Jurídico de la Presidencia Fabián Pozo. Tentativamente la sesión se iniciará a las 15:30.
Coincidencia en marzo
En marzo también hubo otra coincidencia. El 10 de ese mes, cuando aún no se formalizaba el pedido de juicio político, asambleístas del Partido Social Cristiano (PSC), de Izquierda Democrática (ID), de Pachakutik, de Unión por la Esperanza (Unes, correísmo) y el presidente de la Asamblea Nacional, Virgilio Saquicela, suscribieron un comunicado.
Anticipaban que “¡el juicio va!” y que la petición se presentaba a mediados de marzo, cuando el Gobierno desestimaba los argumentos del informe de la Comisión ocasional que analizó información sobre el caso Encuentro y que recomendaba el enjuiciamiento.
Al siguiente día, el 11 de marzo, la Secretaría de Comunicación anunció que Lasso dio positivo para covid-19 y gozaba de buen estado de salud. Cumplió aislamiento por cuatro días y gestionó de forma telemática.
Lasso debería delegar a Borrero
El analista político Alfredo Espinoza considera que el vicepresidente de la República, Alfredo Borrero, podría ayudar a Lasso en la gestión. Está “plenamente facultado para asumir la responsabilidad” porque fue electo como parte de un binomio presidencial.
El Gobierno no inicia ni acaba con el Primer Mandatario, Lasso “tiene que saber delegar”, sugiere Espinoza al mencionar que el ejercicio de la democracia es contrario a la búsqueda de “prácticas personalistas”.
Tener un Vicepresidente con una posición pública “medianamente tibia en algunos casos y en otros jugando un papel ornamental dentro del Gobierno, no habla bien de la distribución de funciones”, menciona.
El especialista estima que este es un momento en que Borrero y algunos de los ministros pueden demostrar su capacidad de liderazgo. “Lo más oportuno es que el Presidente delegue funciones al Vicepresidente, en el ámbito de seguridad, al menos mientras él se recupere de su estado de salud”.
Por otro lado, observa que el Gobierno de Lasso se enfoca en sobrevivir políticamente. Dice que la clave está en tener “gente competente” para asumir con liderazgo tareas encomendadas y contar con un Vicepresidente que esté al tanto de todo lo que ocurre en el país. “Que no se dedique a tratar temas blandos”.
Se necesita ver un Gobierno más dinámico, pero el problema medular es que no cuenta con un equipo amplio, capacitado y de confianza, no se trata de la enfermedad del Presidente, resume.
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