De 25 precandidatos para la Presidencia, una es mujer

Solo el PSC tiene una aspirante a esta dignidad. En las primarias se definirán cuadros.

Solo el PSC tiene una aspirante a esta dignidad. En las primarias se definirán cuadros.

Solo el PSC tiene una aspirante a esta dignidad: Cristina Reyes (centro). En las primarias se definirán cuadros. En la foto, Verónica Morales, analista política y catedrática de la UIDE (izq.); y Wilma Andrade, asambleísta y presidenta de la ID. Fotos: Cortesía y Archivo EL COMERCIO

Entre los 25 precandidatos a la Presidencia de la República solo hay una mujer, a 11 días de que arranquen las elecciones primarias. Las organizaciones políticas deberán adaptarse a nuevas reglas, establecidas en febrero pasado, para garantizar la equidad de género desde este 2020.

La asambleísta del Partido Social Cristiano (PSC), Cristina Reyes, reconoce este escenario: “al día de hoy soy la única precandidata oficial”. Ella compite con sus coidearios Henry Cucalón, Henry Kronfle y César Rohón, para la primera magistratura por esa organización política.

El PSC decidirá a mediados de agosto su fórmula presidencial. La primera opción era el exalcalde de Guayaquil, Jaime Nebot, pero descartó esta posibilidad el 25 de junio pasado. En 2017 la opción fue Cynthia Viteri, quien terminó en tercer lugar en la lid presidencial, y ahora es la alcaldesa del Puerto Principal.

Por tercera vez consecutiva, Guillermo Lasso se postulará por Creo. Y Álvaro Noboa lo hará por Adelante Ecuatoriano Adelante, por sexta ocasión en su carrera política. Todavía no confirma su binomio.

En la izquierda se repite el mismo patrón. Hay tres precandidatos del movimiento indígena, ninguno es mujer. Las opciones de Pachakutik son los dirigentes Yaku Pérez, Leonidas Iza y Salvador Quishpe.

Para Encarnación Duchi (PK), los principios de igualdad que pregona este sector no pasan de la teoría. “Todavía existe machismo y una violencia política que no permite que las mujeres puedan estar en los espacios de representación”.

“Esta es una deuda de la izquierda y del movimiento Pachakutik”, apunta Duchi. Aunque tiene posibilidades de buscar la reelección como asambleísta, anuncia que no se postulará en el 2021 para dar paso a nuevos liderazgos.

Guillermo Celi, por Suma; Lucio Gutiérrez, por el Partido Sociedad Patriótica, Gustavo Larrea, por Democracia Sí, son otros de los precandidatos. Incluso el exvicepresidente Otto Sonnenholzner baraja esta opción, aunque no tiene partido. El correísmo todavía no tiene precandidatos en firme.

El líder de Centro Democrático, Jimmy Jairala, descartó esta opción, pero ayer en Guayaquil se anunció una nueva precandidatura, la del académico Galo Cavanilla por el colectivo Unidad por la Patria.

La falta de mujeres en la papeleta presidencial es un fenómeno que se repite. Verónica Morales, analista política y docente de Derecho de la UIDE, cree que esa dinámica evidencia una falta de sintonía de los partidos con el momento político internacional -donde se resaltan nuevos liderazgos-, “como si Ecuador fuera una isla apartada del planeta”.

“A la mujer se le relegan dos roles en la sociedad: el de cuidadora y el de protectora del hogar. Al hombre, el de líder, el tomador de decisiones. Son roles que no están dados por el derecho, son roles que están cultural y socialmente aceptados. En la medida que estos cambios no vengan desde adentro de la sociedad, va a ser difícil este cambio en la papeleta”, apunta Morales.

La presidenta de la Izquierda Democrática (ID), Wilma Andrade, agrega que “no se puede impulsar la participación de las mujeres el día anterior a las elecciones”, sino que se trata de un proceso sostenido de formación política, de empoderamiento, de reconocimiento de su liderazgo.

También dice que se requiere apoyo para ellas “con temas tan simples como hacer las sesiones más temprano” o tener un espacio lúdico para sus hijos en las sedes partidarias. Otro problema es la falta de financiamiento para sus campañas electorales.

La reforma electoral, vigente desde el 3 de febrero pasado, obligará a que los partidos y movimientos políticos tengan al menos el 15% del total de sus listas para asambleístas encabezadas por mujeres.

En el siguiente proceso, de 2024, será obligación que los binomios presidenciales tengan un hombre y una mujer. La idea es alcanzar una igualdad de género en estos procesos hasta ese año.

De todas formas, las organizaciones políticas aún tienen tiempo para definir sus cuadros para el 2021, ya que el CNE estableció que las elecciones primarias pueden realizarse entre el 9 y el 30 de agosto, por lo que aún hay tiempo para poner candidatas a la primera magistratura, o buscar que los binomios estén integrados por mujeres.

“Es indiscutible que hay un machismo todavía naturalizado, que parte desde el chiste pero avanza hasta la ofensa, incluso la discriminación, pero yo no lo he afrontado desde la victimización”, señala la asambleísta Cristina Reyes y agrega que a los partidos también les falta “formar liderazgos de mujeres”.

La reforma electoral endurece sanciones para la violencia política de género. Por ejemplo, amenazar o intimidar en cualquier forma a una o varias mujeres o a sus familias, y que tengan por objeto anular sus derechos políticos, se sancionará con una multa de 31 a 70 salarios básicos unificados.

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