La presencia del Pontífice en el Palacio de Carondelet fue como Jefe del Estado Vaticano. No estuvo más de una hora allí. En la foto, junto al Presidente. Foto: Julio Estrella / EL COMERCIO
La tregua política que pidieron los obispos del Ecuador por la visita del Papa llega a su fin. El llamado al diálogo y la unidad que hizo Francisco no se cumplirá del todo: para hoy están convocados dos plantones que circulan por redes sociales.
Ambos serán a las 17:00. El primero es convocado por el asambleísta de Creo, Andrés Páez, en la avenida De los Shyris. El otro es un cacerolazo en la Plaza Grande en contra del alcalde de Quito Mauricio Rodas, a quien buscan revocar su mandato, al haber cumplido poco más de un año de gestión.
Según Santiago Zeas, vocero del Burgomaestre, “al parecer, quienes participarían de este plantón están siendo agitados por dirigentes del Alianza País, con el afán de distraer la atención política nacional que en estos momentos está centrada en el Gobierno Nacional, al que diferentes sectores de la sociedad le ha pedido rectificaciones de fondo a sus políticas”.
Por la mañana, en cambio, se realizará una nueva jornada en el marco del diálogo nacional al que convocó el Gobierno. La Secretaría de Planifiación (Senplades) explicará “los acuerdos del diálogo con la Economía Popular y Solidaria”, según reza la invitación.
También el Gobierno de Pichincha anunciará su proceso de diálogo con organizaciones sociales, políticas, empresariales, laborales, estudiantiles, entre otros. Según el gobierno provincial, servirá para “alumbrar consensos urgentes que contribuyan a la estabilidad política y al fortalecimiento de la democracia”.
Según el arzobispo de Guayaquil, Antonio Arregui, “nos ha marcado como pueblo y como personas. Ciertamente la riqueza de sus mensajes de familia y sociedad van a ser motivo de mucha reflexión y, sobre todo, motivo de nuevos impulsos para generar la patria que todos deseamos”.
El presidente de la Conferencia Episcopal Ecuatoriana, Fausto Trávez, acompañó a Francisco en casi todos los actos en los que participó. Y aclaró que nunca tuvo la intención de opinar de política porque vino como pastor de la Iglesia.
El canciller Ricardo Patiño tampoco quiso tocar ayer el tema político. Lo evitó pese a la pregunta de los periodistas en la rueda de prensa que dio ayer junto a los líderes eclesiales: “Los temas de política interna, los diálogos, no pueden ser objeto de una rueda de prensa” para evaluar la visita del Papa.
Pero a José Tonello, director de Populorium Progressio, en donde hoy se darán a conocer los resultados de la Senplades, le queda una preocupación. “Escucho cada vez con más frecuencia: ¿qué habrá querido decir el Papa a Rafael Correa? Y justamente es Correa quien tiene que hacer este razonamiento, ¿qué ha querido decirme a mí el Papa? Ha hablado para las personas que le escuchaban, para cada uno de nosotros”.
“Todo dependerá de si el Gobierno escuchó el mensaje”, dice por su parte el presidente de la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (Conaie), Jorge Herrera. Y añadió que el Papa había cumplido su misión en el país, pues puso énfasis en el respeto a la humanidad, a las organizaciones sociales y a la naturaleza.
En la visita del líder de la Iglesia Católica, la organización entregó dos cartas. La una fue dada por una niña, directamente al Pontífice; la otra, a través de la Secretaría del Vaticano. El objetivo fue que el Papa y el mundo “se enteraran de la persecución, encarcelamiento, violación a los derechos ganados en la historia”. Pero, aseguró Herrera, también dejaron sentados que garantizan la estabilidad y la democracia.
Desde el Frente Unitario de Trabajadores (FUT) y la Confederación Ecuatoriana de Organizaciones Libres Sindicales (Ceols), el panorama de movilizaciones en contra del Gobierno tampoco se despeja. Para Pablo Serrano, presidente de las dos agrupaciones, “lo que ha manifestado el Papa va a quedar solamente en palabras que el viento se las llevó”. Para él, el llamado a las conversaciones debe darse, pero no se puede ir a estas si los dirigentes de las organizaciones sociales y sindicales son excluidas.
El 13 de este mes analizarán las condiciones para convocar al paro nacional. Por parte de estas organizaciones también hubo la entrega de una carta al Sucesor de Pedro. El encargado de dar el documento fue el historiador Enrique Ayala Mora.
Sin embargo, María José Carrión, de Alianza País, el mensaje del Papa más que político fue evangelizador. El Papa hizo una invitación a construir una sociedad más incluyente y desde el Gobierno “intensificaremos los canales de diálogo, pero ese debe empezar también en la familia, en el barrio y en la comuna”, sostuvo.
Carrión añadió que el diálogo no es solo responsabilidad del Gobierno sino de todos los actores políticos y sociales. Y por ello espera que la radicalización de la protesta cambie ante el mensaje conciliador del Papa. “Si los opositores no lo lograron captar, sería un desastre”.