Críticas constitucionales al Plan Familia Ecuador

De izqueirda a derecha: Mónica Hernández, Silvia Buendía y Carina Vance. Fotos: Archivo / El Comercio.

De izqueirda a derecha: Mónica Hernández, Silvia Buendía y Carina Vance. Fotos: Archivo / El Comercio.

De izqueirda a derecha: Mónica Hernández, Silvia Buendía y Carina Vance. Fotos: Archivo / El Comercio.

Mónica Hernández, la asesora presidencial para el Plan Familia Ecuador, sabe que está en el centro de las miradas. Su participación, con la que busca el fortalecimiento de la familia como prevención del embarazo adolescente, no cayó nada bien a las organizaciones feministas, incluso a algunos funcionarios del Gobierno que prefieren mantener el anonimato.

Su llegada al Gobierno en noviembre dio por finalizado el Enipla (Estrategia Nacional Intersectorial de Planificación Familiar y Prevención del Embarazo en Adolescentes), que entró en funcionamiento desde que fue creado en el 2011, porque las cifras de embarazos adolescentes eran alarmantes, según el Censo del 2010. Desde 1990 se registró un crecimiento de embarazos del 74% entre niñas de 10 a 14 años, esto tiene que ver con la violencia sexual.

“Han sido críticas y ataques también”, dice Hernández, quien es fundadora del Banco Solidario y de la Fundación Alternativa, que ayudó a sectores rurales y semiurbanos en planes de desarrollo desde las microfinanzas. “Dicen que soy ultraconservadora; en ‘blue jeans’, metida en el páramo, trabajando muy de la mano de mujeres valiosísimas”, afirma.

Por ello, cuenta, prefirió trabajar en silencio hasta dejar elaborado el borrador del proyecto, cuyo nombre original era Plan Nacional de Fortalecimiento de la Familia. Y reivindicó que el trabajo de los ministerios involucrados en el Enipla (Salud, Educación, Inclusión Económica y Social y Coordinación de Desarrollo Social) seguirán haciendo sus cosas tal cual lo venían haciendo.

¿Qué es lo que se pierde con el final de la Enipla? Salud, por ejemplo, tenía una caja de herramientas ‘educomunicacionales’ que servían para que su personal trabajara con ellos por los adolescentes; tenía servicios para jóvenes, en espacios ambientados para ellos.

En Educación se comenzó a trabajar con una metodología entre pares sobre la violencia sexual, y se capacitaba a profesores para que aprendieran y se sensibilizaran para entender cuando una mujer era víctima de la violencia sexual.

Los críticos a esta nueva política sostienen que el Plan Familia desplaza al Ministerio de Salud para dar importancia a Educación. Hernández sostiene que hay un error de criterios: “No se está dejando para nada de lado al Ministerio de Salud. Sigue haciendo lo mismo que estaba haciendo, que era dar apertura a adolescentes y ni se diga a jóvenes -por supuesto, ¡viva la libertad!- para que si quieren un preservativo e informarse de cualquier método anticonceptivo. No ha sido suspendido en un solo día”.

Pero su fundamento está en esperar. Cree en el amor y que “la maravillosa experiencia” de la sexualidad no debe interrumpir los sueños a mediano y largo plazos. Por eso, los mensajes que desde su gestión se piensa enviar es: “Sueña algo, respétate, respeta a tu enamorada. ¿Qué quieres hacer a futuro? ¿Qué profesional quieres ser?”. Y para cumplir con ello, postergar el inicio sexual es una vía.

Pero la activista Silvia Buendía afirma que este proyecto está lejano en el tiempo y desconoce la realidad actual. Incluso, afirma que los datos estadísticos y científicos en los que el documento de Plan Familia se fundamenta corresponde a la década de los 90 y las expresiones han cambiado desde entonces. Pero el mayor problema es que se trata de una normativa inconstitucional, porque al tratarse de valores se está negando el tema de los derechos.

En una entrevista que dio la ministra de Salud, Carina Vance, al diario El Telégrafo en diciembre del año pasado, sostuvo que la decisión presidencial tiene una “mirada en valores, en responsabilidad social, que también está en la Constitución.

Ejercer un derecho conlleva que lo hagamos con responsabilidad” y que los ministerios no dejarán de hacer su trabajo.

Buendía recuerda que “el ar­tículo 347 inciso 4 de la Constitución dice que el Estado garantizará que la educación sexual se impartirá desde los derechos”. Por lo tanto, considera un error que Plan Familia base su estrategia en la promoción de valores. Ayer, Rafael Correa cuestionó a aquellos que llaman “curuchupa” al Gobierno y que se haya discutido durante dos semanas enteras sobre “mentiras”, pues lo que propone es una formación integral.

Las frases:

“No se está dejando de lado al Ministerio de Salud. ­Sigue haciendo lo mismo que estaba haciendo”. Mónica Hernández/Plan Familia

“La Constitución garantiza que la educación sexual se imparta desde los derechos, no desde los valores”.
Silvia Buendía /Activista

“Es una mirada en valores, en responsabilidad ­social, que también está en la Constitución”.
Carina Vance/Ministra de Salud

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