El Gobierno de la revolución ciudadana acaba de cumplir 4 años en el poder y mantiene todavía su discurso de la participación ciudadana. ¿No es contradictorio que el presidente Rafael Correa pretenda eliminar las comisiones ciudadanas para reemplazarlas por una comisión tripartita en la elección de las autoridades del Consejo de la Judicatura y la reestructuración del Sistema Judicial?
Absolutamente. La forma como en Montecristi se estructuró este famoso Quinto Poder tenía básicamente dos objetivos. El primero, cobrar un liderazgo ante las organizaciones de la sociedad civil, y sobre todo, establecer mecanismos burocráticos para controlar la participación ciudadana. Pero esto, más que motivadora ha sido un mecanismo de control de la participación ciudadana que lo que ha hecho es desmovilizar a las organizaciones de la sociedad civil. Se burocratizó la participación ciudadana.
¿Esta burocratización de la participación que usted afirma, denota que vivimos una participación ciudadana sin presencia de ciudadanos?
No se han definido mecanismos idóneos. En el tema de las veedurías, por ejemplo, no han definido mecanismos idóneos para que esa participación de los veedores sea eficiente, para que sea activa, donde la gente se desilusiona porque no hay una verdadera formación ni capacitación. No hay un entendimiento real de cuál es el papel de la participación. No se crean los espacios para que esa participación contribuya a la búsqueda de la transparencia de los procesos ciudadanos. En ese sentido, el Consejo debe trabajar mucho. No han entendido que necesitamos acceso a la información en tiempo real y mantienen un límite para los veedores. La mayoría está inconforme. No se han dado las facilidades logísticas, es un trabajo cívico y voluntario, pero necesitan un espacio para participar de forma activa.
Incluso la Constitución Política establece que se les dé las facilidades.Ni siquiera hay interés. La Constitución define determinados mecanismos, pero se han vuelto engorrosos y difíciles a través de la Ley de Participación Ciudadana y más aún en los reglamentos que ha hecho el Consejo.
¿Por qué?
Estos documentos se han vuelto verdaderos candados para nosotros. Los tiempos son demasiado largos. Los consejeros deben estar para facilitar la participación y no obstaculizarla.
¿Con la propuesta del Ejecutivo de eliminar las comisiones, la retórica de la participación pierde piso?
El Presidente con su actitud está diciendo que esta Constitución no vale. Con ese anuncio, van directamente a la destrucción de principios básicos de la Constitución. Además, indirectamente, está diciendo, señores del Consejo, ustedes no sirven, está diciendo que la democracia participativa le estorba. Ojalá que los señores del Consejo sepan alzar la voz y no permitir que el Presidente les tome el pelo a ellos y a la ciudadanía en general.
¿Cuál es el interés del Presidente, según su lectura?
Lo que quiere es meterle mano a la Justicia, lo que quiere es tener la potestad de poner a dedo la comisión. Lo que quiere es ponerle nombre y apellido a la Función Judicial, esa receta ya la hemos probado y sabemos cuáles son los resultados de ello.
Dice que quiere la Justicia, ¿también lo logró con el Consejo? Todas las ternas enviadas por el Presidente fueron ratificadas como él lo quería.
Es indiscutible que el Consejo de Participación Ciudadana tiene colores y membretes partidistas. Pero por lo menos, en este Consejo, el Gobierno tiene mayoría pero hay otros consejeros que sin ser de la mayoría gobiernista pueden alzar su voz y dar a conocer lo que está ocurriendo y hablar con los medios y denunciar.
La semana pasada se conformaron ya las comisiones ciudadanas. ¿Confía en que sean ciudadanas realmente?
Nadie puede garantizarlo. Los ciudadanos debemos hacer una tarea cívica para vigilar lo que hace el Consejo de Participación.
Pero parece que no hay la motivación suficiente en la ciudadanía para participar en estos procesos. De cientos veedores que fueron seleccionados, apenas unos 20 están activos.
La ciudadanía no estuvo desmotivada. Hubo más de 300 veedores calificados para Judicatura. Lo que han fallado son los integrantes del Consejo, porque no han entendido el verdadero rol de los veedores. Nos ven como sus enemigos, como opositores.
Si son cinco ciudadanos y cinco delegados de las funciones del Estado, solo faltaría un voto para hacer mayoría del oficialismo en las comisiones.
Es justamente lo que digo, garantías no tenemos.
Esto se hizo desde la Asamblea de Montecristi, ¿hay alguna intención política?
Desde luego, se le quiso mostrar a los ciudadanos que iban a tener un gran espacio de participación y decisión cuando lo único que se buscaba era debilitar a la Asamblea y tener su propio espacio en la designación de las autoridades. A nadie se le puede ocurrir que una comisión se llame ciudadana cuando cinco representantes son las funciones del Estado.