Los legisladores de oposición lo llaman el “comodín” de Alianza País. Eduardo Paredes no acepta ese calificativo.
Pero admite que no ha necesitado que un asambleísta principal se comunique con él para reemplazarlo en el Pleno y votar en su lugar, en temas en los que cada punto fue crucial como la Ley de Universidades, el 4 de agosto del 2010, y la elección de los vicepresidentes, el jueves pasado.
En ambas oportunidades sustituyó a Washington Yeyo Cruz, asambleísta por Europa, Asia y Oceanía. La primera vez, Cruz dijo que nunca le encargó que actuara por él, mientras realizaba una gestión con un grupo de migrantes en Quito. Y en la más reciente, con su ausencia, sorprendió a la oposición, que contaba con su voto, porque el 21 de julio presentó su carta de separación de Alianza País. Incluso, el miércoles 10, durante el Informe a la Nación del presidente Rafael Correa, se sentó en la fila de otros desertores del oficialismo.
Pero Paredes no ha reemplazado solo a Cruz. Ha participado en 17 sesiones del Pleno, en lugar de Silvia Salgado, Irina Cabezas, Linda Machuca, Washington Cruz, Pedro de la Cruz y Francisco Hagó. En la 103 lo hizo como alterno de Hagó, asambleísta por EE.UU. y Canadá. En esa ocasión se discutió y se aprobó el respaldo del Legislativo a la expulsión de la embajadora Heather Hodges.
“Es ilegal que un funcionario de la Cancillería vote en temas de diplomacia. Refleja la doble moral de Alianza País”, afirma Galo Lara (Sociedad Patriótica).
Ante la inquietud de si se presentaron en la Secretaría de la Asamblea las cartas de excusa de Cruz, Paredes responde: “En derecho solo se puede hacer lo que está escrito… Exigir otro requisito es un invento, así lo digan los periódicos más serios o los diputados de la oposición”. Pide revisar la reforma al art. 112 de la Ley Orgánica de la Función Legislativa (LOFL), de octubre del 2009.
Esta establece un mecanismo para la actuación de suplentes de legisladores principales del exterior y nacionales, que se excusaren o estuvieren impedidos de acudir por cualquier circunstancia. En ese caso, la Secretaría puede convocar, de hecho, a quien hubiera obtenido la mayor votación entre los candidatos a asambleístas nacionales electos por el movimiento y no consiguiera una curul, de acuerdo con la lista certificada por el Consejo Nacional Electoral. Esto genera suspicacias de legisladores como Lourdes Tibán (MPD-Pachakutik).
Ella asegura que mientras dure el correísmo, las ilegalidades serán válidas. Lamenta que la Ley diga que en el caso de los legisladores del extranjero no se necesite una excusa. Admite que es difícil que los suplentes de Canadá o Europa lleguen para sustituir a alguien por un día, pero cree que en las reformas a la LOFL se debe incluir la exigencia de que el titular envíe por lo menos un correo electrónico excusándose y delegando a un alterno determinado.
Paredes recuerda que Cecilia Enríquez es la suplente de Cruz. Pero ella vive y trabaja en Murcia, España, igual ocurre con los alternos de los demás legisladores de circunscripciones del extranjero.
Ante esa dificultad, dice, se reformó la LOFL. “Quizá pudieran principalizarse si se tratara de ausencias de más de 15 días. Pero deben financiarse sus pasajes…”.
Según Paredes, no debe sorprender que él haya sustituido a Cruz, pese a que estaba separado del oficialismo. “No es extraño que reemplace a quien, obteniendo los votos de A. País, se ha virado, traicionando a sus electores”.
¿Son traicioneros tres legisladores que se alejaron el Sociedad Patriótica para votar con A. País?
“Por supuesto”, responde. “Ahí hay otro elemento, hay un acuerdo político con las organizaciones que representan. Ellos sabrán explicar a sus electores”.
Grupos sociales en la Cancillería
El canciller Ricardo Patiño y sus asesores están empeñados en que a la diplomacia ingresen representantes de pueblos indígenas, afros, montubios, entre otros sectores sociales del país. Este es uno de los proyectos en los que ha trabajado Eduardo Paredes, en su calidad de asesor de Cancillería.
Ayer, Patiño dirigió una reunión con diversas organizaciones sociales, con el objetivo de “motivar” a que ingresen a los que él denomina “diplomacia ciudadana”.
En el Palacio de Najas, sede de la diplomacia, el Canciller recibió a delegados de grupos como las confederaciones de Organizaciones Campesinas e Indígenas (FEI) y Afroecuatoriana.
También a actores indígenas y campesinos como el prefecto de Chimborazo, Mariano Curicama, así como a Rodrigo Collahuazo, de la Confederación Única del Seguro Social Campesino (Confeunassc). Este última es una de las organizaciones sociales aliadas del Gobierno, que suelen movilizar sus bases para respaldar sus tesis. Eso ocurrió, por ejemplo, en julio, cuando protestaron contra el anterior Consejo Nacional de la Judicatura.
En esencia, el Canciller explicó los mecanismos y caminos de ingreso al servicio exterior, en calidad de tercer secretario.
Según ya ha dicho el vicecanciller Kintto Lucas, la idea es adecuar el marco jurídico interno de Cancillería, para fijar un número de cupos para que representantes de pueblos y nacionalidades ingresen a la carrera diplomática.
En ese marco, Patiño pidió a los grupos sociales que buscaran en sus bases a personas que deseen participar en el próximo concurso de ingreso al servicio exterior.
Y anunció que en dos semanas se nombrará un nuevo embajador indígena. El primero fue Ricardo Ulcuango, quien dirigirá la misión diplomática en Bolivia.
La Cancillería dice que el proyecto garantizará los principios de plurinacionalidad e interculturalidad. Sin embargo, diplomáticos como el ex canciller José Ayala Lasso han advertido que a la carrera diplomática deben ingresar las personas mejor preparadas y no con tratos especiales.