Uno de los iniciales y principales compromisos que hizo Dilma Rousseff, al posesionarse como presidenta de Brasil, fue fortalecer las relaciones internacionales y con organismos regionales, como la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur).
¿Cómo debe mirar el Ecuador esta promesa? Según analistas consultados, el cambio de mando en el país de mayor peso político y económico de América Latina abre nuevas perspectivas en las relaciones de Ecuador.La razón: la salida de Luis Inácio Lula da Silva y la llegada de Rousseff permitiría dejar atrás los episodios tensos que se produjeron en el 2008, entre Quito y Brasil, y que marcaron una suerte de distanciamiento entre los presidentes. Esto a raíz de la expulsión de Ecuador de la empresa brasileña Odebretch, luego de que se detectaron fallas en la construcción de la Central Hidroeléctrica San Francisco, a cargo de esa firma.
El ‘impasse’ desató una crisis diplomática por el retiro, de varios meses, del Embajador brasileño en Ecuador. Adicionalmente, se afectó un crédito del Banco de Desarrollo de ese país y cayeron las inversiones en Ecuador. Recién en agosto pasado, estas diferencias fueron subsanadas. Los lazos se normalizaron, a pesar de que Correa y Lula hicieron esfuerzos por demostrar que su relación personal no fue afectada.
Según Franklin Hidrobo, presidente de la Cámara de Comercio Ecuatoriano-Brasileña, el problema todavía no ha sido superado. Aún no se ha resuelto la demanda que planteó Quito, en contra de Odebretch, y que se tramita en la Corte de Arbitraje de París.
Además, el 27 de noviembre la compañía Petrobras decidió abandonar Ecuador, luego de no aceptar los términos de la renegociación del contrato con el Estado para la explotación del bloque 18 y del campo unificado Palo Azul .
Aunque el retiro fue una decisión de Petrobras, Hidrobo asegura que Brasil no invierte en proyectos de infraestructura en Ecuador. Por ello hace votos porque con la llegada de Rousseff a la Presidencia la situación cambie.
Hidrobo ve en la Mandataria a una política de izquierda que ha centrado su atención en fortalecer sus relaciones diplomáticas, lo cual debe aprovechar Quito.
Para el ex canciller Heinz Moeller “resulta trascendental” el llamado de Rousseff . “Es necesaria una pronta respuesta de la Cancillería, y del presidente Rafael Correa a este ofrecimiento”, dijo.
No obstante, el primer paso del Gobierno ha sido esquivo. Correa no acudió a la ceremonia de cambio de mando, realizada el sábado, día festivo por ser 1ero. de enero. La Cancillería no dio una explicación oficial del porqué Correa no fue a ese importante acto protocolario y delegó al canciller Ricardo Patiño. A la ceremonia asistieron varios presidentes y Hillary Clinton, jefa de la Diplomacia de EE.UU. Correa tampoco emitió comentarios frente a la asunción de Rousseff, durante el enlace ciudadano que pregrabó el jueves 30 de diciembre y que se transmitió el sábado.
En el marco de esta coyuntura, ayer, la Subsecretaría de Relaciones Bilaterales de la Cancillería trabajaba en un informe sobre los convenios existentes entre los dos países. informó un funcionario.
Esto significa un reporte detallado de los convenios, tratados y acuerdos de cooperación que están vigentes en diferentes áreas.
A lo largo de la historia, Ecuador ha reconocido la importancia de Brasil como uno de los ejes promotores de unidad y de inversión en la región y le ha apostado a una cartera amplia de cooperación.
Esto se ha producido, según el ex canciller José Ayala Lasso, porque Brasil es “una gran potencia mundial, no solo la más importante de la región, sino que influye en las decisiones mundiales”.
Este factor es determinante para insistir en que Ecuador debe tener “una política internacional pragmática, que ayude a tener lazos de cooperación mutua, con los países que le ofrecen la posibilidad de financiar algunas áreas”.
Además, Ayala cree que para Brasil, Ecuador también es importante para fortalecer el comercio y la interconexión oceánica entre el Atlántico y el Pacífico, “que permitiría al Ecuador la navegación por el Amazonas”.
Los convenios más importantes
En agosto pasado, pese a la crisis bilateral del 2008, Ecuador y Brasil han buscado fortalecer la cooperación bilateral. Desde el 2007 se han firmado unos 30 convenios, en diferentes materias.
Entre los más importantes están los tratados para realizar trabajos en el sector de energía y minas, que contempla el desarrollo de proyectos en materia eléctrica, energías renovables y minas.
En este acuerdo se estableció la cooperación entre las petroleras Petroecuador y Petrobras.
Sin embargo, la firma brasileña salió del país hace más de un mes, luego de que se negó a renegociar su contrato con el Estado ecuatoriano.
Otro de los tratados es el de cooperación técnica en el área de tecnología de información y comunicación, que incluye asesoramiento en la instalación de la TV digital y de dos telecentros comunitarios; así como la formación y capacitación a técnicos.
Asimismo, se aprobó el acta de las tres citas de la Comisión Bilateral Brasil-Ecuador para el eje multimodal Manta-Manaos.
Este proyecto todavía no se ha ejecutado, pues existen algunos temas que están pendientes.