La mesa está puesta. El jueves 7 de julio de 2022 se realizará la primera reunión entre el Gobierno y el movimiento indígena tras el fin del paro que duró 18 días y afectó, principalmente, a Sierra y Amazonía. Así se inician 90 días claves para el Ejecutivo. Su capacidad para maniobrar y conciliar dependerá de la capacidad de sus operadores políticos.
La convocatoria la hizo el martes 5 de julio la Conferencia Episcopal Ecuatoriana. Hay tres temas que se abordarán en el primer encuentro: la metodología que se utilizará para negociar los pedidos; los temas que se tratarán y la hoja de ruta para los tres meses siguientes.
El mensaje de la Conferencia Episcopal fue el siguiente: “confiamos en que este proceso de diálogo, discernimiento y toma de decisiones ayude a construir un país de justicia y equidad”. En ese escenario, el principal vocero gubernamental será el ministro de Gobierno, Francisco Jiménez.
Bajo la dirección de Jiménez estará un equipo encabezado por Chrystiam Cevallos, subsecretario de Articulación Intergubernamental, quien estará acompañado de cinco profesionales especializados en leyes, comunicación, lo social, económico y político.
Jiménez no descarta la opción de conformar mesas temáticas para lo cual se invitará a representantes de diferentes ministerios.
Para el analista político, Pedro Donoso, al menos en la primera reunión en donde se acordarán las reglas del juego debe estar la más alta autoridad que tenga poder de decisión. Después, con mesas de trabajo, el Ejecutivo debe pensar en los analistas y técnicos que sepan de cada uno de los campos.
Un tema importante, según Donoso, es que se ponga sobre la mesa la información sobre la cual se va a discutir. Las diferencias entre ambos actores podrían iniciarse con la presentación de datos diferentes y eso provocar fricciones.
Para la catedrática de la UIDE Verónica Morales, los negociadores deben ser funcionarios que sepan de política pública, conozcan lo que está en posibilidad de solucionar el Estado, pero, ante todo, que tengan la capacidad de tener un diálogo intercultural.
Morales recalca que debe haber sensibilidad para entender al otro, por ejemplo, el lenguaje que desarrolla el interlocutor. Esto, dice la catedrática, no es un pedido solo para el diálogo sino también como una política pública.
Un escenario complejo
Si bien el Gobierno y el movimiento indígena están dispuestos a dialogar, todo lo que está alrededor del paro ocurrido no está en el control del Ejecutivo. Donoso menciona que lo que se logró con el acuerdo de paz fue suspender las protestas, pero no necesariamente bajar las tensiones.
Por la vía judicial y en el Legislativo hay escenarios que influirán en los acercamientos. Por ejemplo, el proceso judicial en contra de Iza. En la Asamblea, el martes 5 de julio la legisladora Esther Cuestas (correísmo) planteó la conformación de una comisión que investigue lo ocurrido durante el paro.
Focalización de subsidios sigue en la mesa
Nuevamente estará sobre la mesa de discusión la focalización del subsidio de los combustibles. Tras los 11 días de manifestaciones en octubre del 2019 se eliminó el decreto que subió el precio y se acordó conversar sobre la focalización. El gobierno de Lenín Moreno nunca concretó la medida.
Ahora se volverá a tratar. Para Iza hay sectores que merecen ese subsidio. Entre estos están el transporte, incluido el comunitario, el transporte en motos ya que es el medio de movilización más usado en las comunidades. El líder indígena, en una entrevista en radio Sonorama, señaló que si se muestra imposible esa focalización, se buscarán otras alternativas.