Facundo Martínez, uno de los favorecidos, reside en el país desde el 2009. Foto: Galo Paguay / El Comercio
Conseguir la nacionalidad ecuatoriana para un extranjero suele estar acompañado de una larga espera. De eso da cuenta Facundo Martínez, un argentino de 33 años de edad, que tuvo que aguardar cuatro años para el trámite.
La carta de naturalización la obtuvo el 27 de diciembre del año pasado. De ello, el jugador de la Universidad Católica se enteró porque ese día sus compañeros del club empezaron a enviarle felicitaciones a través de las redes sociales, cuando él se encontraba en Buenos Aires, su ciudad natal.
Martínez recuerda que la solicitud la había presentado en las oficinas de la Cancillería hace más de cuatro años y allí le habían ofrecido que no se demorarían más de 20 días para responder a su pedido. Reside en el país desde el 2009.
El centrocampista está agradecido con el presidente, Lenín Moreno, quien terminó por nacionalizarlo ecuatoriano vía Decreto Ejecutivo, por servicios especiales o relevantes, en consideración con su aporte en el ámbito futbolístico y de ayuda social.
De acuerdo con el viceministro de Movilidad Humana, Santiago Chávez, los trámites dependen del tipo de solicitud para obtener una carta de naturalización, pues los procedimientos son diferentes.
La Cancillería registra en los últimos cinco años que Colombia (1 527), España (1 052), Cuba (820), Estados Unidos (654) y Venezuela (262) son los principales solicitantes de la nacionalidad ecuatoriana.
Entre 2017 y lo que va del 2018 se han nacionalizado 903 extranjeros: 300 el año pasado y 603 en los últimos 10 meses, el incremento es del doble. Esto se debe a que 260 cubanos que pidieron ser naturalizados desde hace un lustro obtuvieron este beneficio este año.
En estos dos años han sido otorgadas 337 nacionalizaciones a ciudadanos cubanos, 102 a colombianos, 63 a estadounidenses y 50 a venezolanos.
La mayoría de casos se tramitaron como cartas de naturalización y matrimonios y uniones de hecho, que son las vías que contempla la Ley de Movilidad Humana que está vigente desde el año pasado.
La adopción de la nacionalidad ecuatoriana se produce después de cumplir el requisito de una residencia de al menos tres años. También hay naturalización por matrimonio o unión de hecho por dos años, que es el tiempo mínimo contemplado en los requisitos para el proceso de nacionalidad.
El diplomático Hernán Holguín, exsubsecretario de Asuntos Migratorios, observa que ninguna de esas condiciones se aplicó al ‘hacker’ australiano Julian Assange, asilado hace seis años en la Embajada de Ecuador en Londres. “El proceso fue chueco”, dijo.
Assange también obtuvo la nacionalidad ecuatoriana a finales del año pasado, pero en su caso el trámite demoró menos de tres meses.
La Cancillería se la otorgó el 12 de diciembre del 2017, 15 días antes de que se publicara un reglamento que permite acoger las solicitudes de naturalizaciones en embajadas en el exterior. “Desde ya me siento ecuatoriano, es un gran país, quiero aportar al crecimiento del país, a la libertad de expresión y de prensa”, argumentó el fundador de WikiLeaks para acceder a la nacionalidad, de acuerdo con el acta de la entrevista realizada el 4 de ese mes.
A pesar de que cinco años atrás se había referido a Ecuador como “un país insignificante”, durante un diálogo con la cadena CNN. En la entrevista con un diplomático de la Cancillería, Assange pudo explayarse más en el origen de su apellido y de WikiLeaks.
Holguín cree que hay motivos suficientes para que la nacionalidad otorgada a Assange sea revertida, pero el canciller José Valencia ha reiterado que eso deben decidirlo “las instancias correspondientes”.
El exsubsecretario de Asuntos Migratorios sostiene que el procedimiento debe ser revisado por la Presidencia y la Procuraduría General.
El abogado de Assange, Baltasar Garzón, dijo durante una visita a Quito que su cliente es “una persona especialmente protegida” porque goza de nacionalidad ecuatoriana y continúa como asilado.