El correísmo inicia con ventaja en la futura carrera electoral. La muerte cruzada implica nuevos comicios para elegir asambleístas, así como Presidente de la República. El resto de partidos, como el Social Cristiano y Pachakutik primero deben solucionar sus conflictos internos.
La muerte cruzada es la medida más extrema que ha tomado el Gobierno de Guillermo Lasso para seguir en el poder.
La catedrática universitaria Caroline Ávila dice que es un escenario en el que pierden todos por la inestabilidad que genera.
Otras visiones, como la del politólogo Daniel Crespo, apuntan a que es una medida que le permite al Ejecutivo destrabar la cada vez más complicada gobernabilidad.
Pero, en los hechos, la acción gubernamental también permite evaluar a los ganadores y perdedores, de cara a un proceso electoral.
Tres elementos sobre la situación del correísmo
La Revolución Ciudadana logró 16 alcaldías del país sin recurrir a alianzas en las elecciones seccionales del 5 de febrero del 2023. Entre ellas están las de las principales ciudades: Quito y Guayaquil.
También alcanzó nueve prefecturas, incluidas las más importantes como Pichincha, Guayas, Manabí y Azuay. Así, como lo caracteriza Crespo, el correísmo arranca con ese posicionamiento de cara a las futuras elecciones
El segundo elemento es apadrinar el juicio político. Si bien lo hizo en conjunto con el Partido Social Cristiano (PSC), el bloque más fuerte en la exAsamblea era el de UNES. Por eso, desde la mañana de hoy ha intentado posicionarse como un logro de su movimiento el llegar a la muerte cruzada.
Ávila, señala que la Revolución Ciudadana y el PSC pueden recobrar espacios políticos si toman como bandera el juicio político. “Hay nombres que sobresalen del grupo que pueden generar interesantes arrastres si están en ciertos lugares de mayor exposición, pero sobre todo porque tienen voto militante”.
El tercer elemento es que el correísmo tiene presencia nacional. Crespo y Ávila coinciden en que dicha presencia le permite estar preparado para afrontar los comicios. Cuenta con la estructura orgánica para, por ejemplo, tener candidatos y movilizar gente.
Ahora, no todo está a favor de esta tienda política. Crespo recuerda que el antagonismo correísmo y anticorreísmo es muy fuerte. Entonces, lo que viene para el país, según el experto, es observar cómo la Revolución Ciudadana aborda esta ventaja. La opción, según su perspectiva, debería ser tender puentes con sus detractores.
La situación de la derecha
La mañana de hoy, el exjefe del bloque del PSC, Esteban Torres dijo que una posibilidad para buscar la Presidencia es el exalcalde de Guayaquil, Jaime Nebot. Mencionó que se ha hablado del tema pero que no es una decisión tomada.
El movimiento que llega más golpeado para las eventuales elecciones es el oficialismo. No solo pesa la baja aceptación de Lasso sino la falta de cuadros y presencia nacional. Crespo dice que esa falta de perfiles se evidenció, incluso, para asumir puestos en el Gabinete.
Para Crespo, la alternativa de derecha no debería articularse alrededor del PSC o de Creo. Del primero, por ejemplo, señala que ha perdido su orientación ideológica y eso le podría pasar factura entre sus simpatizantes más leales.
¿Cómo llega Pachakutik?
El brazo político del movimiento indígena atraviesa una disputa interna por la Coordinación Nacional. A eso se suma la división del mismo bloque legislativo en la Asamblea disuelta.
Pero, para Ávila, el ala de PK más afín a la CONAIE, puede aprovechar la coyuntura siempre y cuando exista una depuración. Añade que Leonidas Iza, como presidenciable, podría recoger las voluntades de un sector que suele ser orgánico en la votación.
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