Los candidatos presidenciales Andrés Arauz (Unes) y Guillermo Lasso (Creo-PSC) se enfrentarán este domingo en el balotaje por la Presidencia de la República. Fotos: Archivo/ EL COMERCIO
La consigna es ‘defender los votos’ en el balotaje de este domingo, donde Andrés Arauz (Unes) y Guillermo Lasso (Creo-PSC) disputarán la Presidencia de la República.
Las dos alianzas desplegarán su control electoral, con el objetivo de seguir de cerca la jornada comicial y cotejar la información del escrutinio que transmitirá el Consejo Nacional Electoral (CNE).
Dayana León es experta en el tema y advierte que un buen control se inicia desde antes de la instalación de las juntas receptoras del voto (JRV).
La analista explicó que es necesario que los voluntarios permanezcan en toda la jornada del sufragio, tanto en el conteo de votos como en las sesiones de escrutinio, donde se tratan los primeros reclamos.
Unes movilizará un contingente de 42 000 voluntarios para su control electoral. Así lo señaló Enrique Menoscal, director de Centro Democrático, uno de los movimientos que forman parte de la coalición.
La idea, según el dirigente, es cubrir todas las juntas receptoras del voto a escala nacional. Pide al CNE que se les permita estar desde temprano en los recintos para revisar el número de papeletas y que las urnas estén vacías.
A las 17:00, cuando termine la jornada de sufragio, los delegados estarán presentes en el proceso de conteo de votos.
Según datos del CNE, los miembros de las JRV suscribirán tres actas de escrutinio.
El primer ejemplar se guardará en un sobre rojo y se almacenará dentro del mismo paquete electoral.
La segunda acta se deposita en un sobre amarillo y después el coordinador de mesa la entregará al policía recolector para que la traslade al punto de escaneo. El tercer ejemplar del acta se fijará en un lugar visible cerca de la mesa de votación.
Menoscal precisó que los delegados de Unes, a través de sus celulares, escanearán las actas y las subirán al software de control electoral. Anunció que también disponen de cuatro aplicaciones interconectadas para efectuar el seguimiento de escrutinios.
Según Menoscal, en las 24 provincias habrá centros para procesar las actas remitidas por los voluntarios. En la primera vuelta, el centro principal del control electoral de Unes se instaló en Quito.
Ayer, Andrés Arauz, candidato de Unes, suscribió un acuerdo con el Consejo de Pueblos y Organizaciones Indígenas Evangélicas (Feine).
Diana Atamaint, presidenta del CNE, señaló ayer que después del simulacro se determinó que el escrutinio durará entre 45 minutos y una hora.
Su colega, José Cabrera, estima que aproximadamente a las 18:00 se iniciará el ingreso de la información oficial al sistema de transmisión de resultados.
Atamaint no ofrece para el 11 de abril los resultados con el 100% de actas, pero estima que habrá una tendencia con al menos del 70% de votos.
El movimiento Creo, en cambio, pondrá en funcionamiento un sistema de control electoral que demandará la participación de 40 000 voluntarios en todo el país.
Guillermo Lasso hizo ayer campaña en Loja. Se reunió con sectores de la producción, representantes Lgbti, profesores, abogados, dirigentes indígenas y transportistas.
Francisco Jiménez, legislador electo de Creo, afirmó que ya se “montó” la infraestructura, pero no adelantó en qué ciudad está. “En cada provincia habrá una central de acopio para el respectivo control”.
¿Cómo funcionará? Jiménez detalló que tras el cierre de votaciones, empezará el conteo de votos. Cuando se llene el acta de escrutinio, una copia será recibida por el delegado de Creo en cada JRV.
“Después de recopilada por los jefes de recinto y por los delegados que controlan a los jefes de recinto, llegan los documentos al centro de acopio que a su vez es ingresado a un software que tenemos implementado, esto ya funcionó muy bien en primera vuelta”.
Para Jiménez este proceso significa transparencia y capacidad para posibles reclamaciones. “Ya en el pasado hemos tenido suficientes eventos y situaciones desagradables como para entender que es fundamental tener nuestro propio control electoral”.
Finalmente, aseguró que no habrá un ensayo para medir la capacidad de respuesta del control electoral en el balotaje. “Ya no es necesario, todos sabemos cómo funciona, ya conocemos lo que hay que mejorar y ya estamos listos para la jornada electoral”.
León dice que es importante tener un control electoral propio, para tener evidencias en caso de que se presenten irregularidades en el sufragio o en el conteo de votos.