Grupo correísta, al margen de la dinámica legislativa

La legisladora Sofía Espín, de Revolución Ciudadana, criticó el manejo de la consulta. Foto: Flickr Asamblea

El sector de asambleístas alineados con el expresidente Rafael Correa fue el único que se quedó sin un representante en la Comisión Especial Ocasional para concretar la consulta popular.
Así comenzó a reflejarse el efecto de su separación del bloque oficialista. Cuando la actual Legislatura se instaló, en el 2017, sus líderes más visibles tuvieron incluso el respaldo para ocupar espacios claves, como presidencias y vicepresidencias de mesas.
Ahora, en cambio, al no ser legalmente una bancada perdieron espacios. Por ejemplo, sus coordinadores no pueden sugerir al Presidente de la Asamblea las prioridades para el tratamiento de los proyecto de Ley. Tampoco pueden participar en las reuniones de evaluación de tareas legislativas.
Esteban Melo, del grupo denominado Revolución Ciudadana, señaló que tratará de formar una bancada propia, ya que tienen más del 10% del total de asambleístas que señala la Ley Orgánica de la Función Legislativa. Sin embargo, la normativa también establece que esas bancadas se pueden conformar hasta cinco días después de la sesión de instalación de la Asamblea. Ese plazo ya se superó.
Para presentar iniciativas legales también se requiere el apoyo de una bancada o, en caso de no tenerlo, del 5% de las firmas de los legisladores.
En el Pleno, de igual forma, han perdido fuerza. Sus votos llegan hasta 30 y no son suficientes para proponer leyes o aprobarlas por sí solos, por lo que necesitarán alianzas o acuerdos con otros movimientos. Hoy está previsto que el grupo presente a las 10:00 la agenda legislativa que tratará de impulsar durante este período.
Las propuestas tendrán que estar en sintonía con lo que buscan otros partidos políticos, para tener coincidencias en las votaciones.
Así, Henry Cucalón, del Partido Social Cristiano, puntualizó que se podrá llegar a acuerdos mínimos en temas puntuales. Por ejemplo, el endurecimiento de penas en el Código Orgánico Integral Penal o en la eliminación de la tabla de consumo de drogas, que han sido impulsadas desde la bancada socialcristiana.
También se podrían analizar temas “en beneficio de la ciudadanía”. Citó el ejemplo de la aprobación de la Ley de Violencia contra las Mujeres.
Sin embargo, descartó que se pueda llegar a acuerdos generales o pactos con este grupo. “Lo combatimos democráticamente durante 10 años desde la Asamblea, y tenemos diferentes puntos de vista sobre temas económicos”, señaló.
Del mismo modo Guillermo Lasso, líder del movimiento Creo, dijo a este Diario la semana pasada que está descartado cualquier acuerdo. Al ser consultado sobre votaciones en común por temas de fiscalización en contra de funcionarios, Lasso señaló que la facción correísta se ha sumado a esas iniciativas.
Igual pronunciamiento tuvo Eliseo Azuero, de Bancada de Integración Nacional (BIN).
Las coincidencias con el grupo de la Revolución Ciudadana son en casos específicos. Por ejemplo, ayer, correístas y morenistas votaron en contra de incluir en el orden del día una propuesta de resolución. La iniciativa presentada por Raúl Tello, de BIN, exhortaba al presidente Lenín Moreno para que dejase sin efecto las sanciones legales contra la Unión Nacional de Educadores (UNE). El objetivo era devolver la personería jurídica al gremio de docentes.
Sin embargo, ambos grupos votaron en contra. Del mismo modo lo hicieron con una propuesta de la legisladora Ana Galarza, sobre la situación política y social en Venezuela.
Esas coincidencias terminaron cuando se produjo la conformación de una comisión ocasional por la consulta. El grupo correísta se abstuvo. Sofía Espín, del este bloque, dijo que no podían avalar la conformación de esta comisión, ya que consideran que hubo “graves problemas legales”.
Los legisladores correístas también enfrentan otro inconveniente. Los presidentes de dos mesas -Educación y Relaciones Exteriores- están bloqueados. Cada vez que convocan a una reunión de la comisión, el resto de asambleístas los deja sin quórum.