Reds. Santo Domingo y Judicial
En el salón del Sindicato de Choferes de Santo Domingo (km 1 de la vía a Chone) se levantó ayer una capilla ardiente para despedir a Carlos Chuquirima, de 40 años; su esposa Wilma Tumbaco, de 36; y su cuñado Jorge Luis Tumbaco, de 24, quien tenía síndrome de Down.
Un vehículo fue hallado
Hasta el mediodía de ayer, Criminalística aún elaboraba su informe. Las autopsias culminaron la medianoche del martes.
Ayer, Victoria Chuquirima, hermana del fallecido, declaró en la Fiscalía, que tiene nuevas pistas para la investigación. La Policía halló ayer la camioneta de Chuquirima. Fue abandonada en las calles Santa Rosa y Padre Shumaker.
“Hablé con mi hermana por teléfono, cerca de las 11:00 (del martes), estaba preocupada por mis otras hermanas que trabajan en España”, relató ayer Norma Tumbaco. Ese día, antes de las 12:00, desconocidos irrumpieron en su casa y lugar de trabajo, en el centro de Santo Domingo.
Amordazaron y ataron a los tres familiares, al igual que a una trabajadora de la familia, Faustina Contreras, de 36 años. Los cuatro fueron asesinados y prendidos fuego en el segundo piso del inmueble esquinero de las calles Guayaquil y Pululahua.
En una modesta casa de la Cooperativa 30 de Junio, barrio El Paraíso, recibía velatorio, ayer, Faustina Contreras. La humilde mujer era el sostén de su hogar: su hija Tania Quirola, de 23 años, su nieto de pocos días de nacido, y un adolescente de 13 años.
“Mi madre encontró trabajo en el hogar de la familia Chuquirima tan solo hace 15 días”, narraba Quirola, consternada. El cuerpo de Contreras fue hallado en la cocina del inmueble (el matrimonio Chuquirima-Tumbaco residía en el segundo piso).
Norma Tumbaco presume que el ataque se produjo al mediodía, porque a esa hora hay menos demanda en el gimnasio Strong Power, administrado por la pareja.
La Policía sospecha que el crimen estaría relacionado con un posible préstamo de dinero.
En el sauna de la casa se encontraron letras de cambio, cheques, escrituras, entre otros documentos. En el sauna fue hallado el cuerpo de Luis Tumbaco, quien vivía con el matrimonio y se encargaba de la limpieza del gimnasio. Además, trabajaba en una lubricadora del sector. “El chico era muy querido por la gente, aunque tenía dificultad para hablar”, dijo un taxista.
Los familiares presumen que los asesinos esperaron a que Carlos Chuquirima ingresara al estacionamiento de su casa. Él manejaba una camioneta Mazda roja de placas XBX-904.
La Policía encontró su cuerpo en el garaje de la casa. Tenía múltiples heridas hechas con un arma cortopunzante; su ropa estaba incinerada. Además estuvo atado con cinta de embalaje. El cadáver de Wilma Tumbaco fue hallado en la sala de la vivienda.
El matrimonio dejó dos hijos huérfanos, de 8 y 6 años.
La familia Chuquirima-Tumbaco sepulta a sus seres queridos hoy, a las 14:00, en el Cementerio Municipal de Santo Domingo.
Los familiares de Contreras oficiarán una misa de Réquiem, a las 13:30. Luego irán al cementerio del km 23 de la vía a Quevedo, para sepultarla junto a su abuelo.