Un estudio de la compañía estadounidense Remitly reveló, a inicios de febrero del 2023, que en Ecuador el trabajo soñado es convertirse en ‘influencer‘.
El estudio se basó en un análisis de las búsquedas hechas en Google sobre ocupaciones en cada país.
Entre los argumentos que los ecuatorianos mostraron para ser ‘influencer’ estuvieron “la fama y las ventajas de una carrera como estrella de las redes sociales”.
El 28 de febrero, 26 días después de publicado el informe, tres ‘influencers’ fueron detenidos en Guayaquil, presuntamente involucrados en el delito de pornografía infantil.
El poder de un ‘influencer’
Ser un ‘influencer’ o creador de contenido abre las puertas en muchos lados. Por ejemplo, en las redes sociales de niños, niñas y adolescentes.
Los tres procesados de Guayaquil utilizaban ese mecanismo para atraer a sus presuntas víctimas. Enviaban solicitudes de amistad, las que eran aceptadas por los menores.
La sicóloga chilena Isabel Puga sostiene que, a medida de que los niños crecen, los padres dejan de ser los referentes, espacio que es ocupado por los ‘influencer’.
Esto de debe al auge de las redes sociales,
Puga señala que son personas que cuentan con cierta credibilidad respecto a un tema en específico, que pueden influenciar las decisiones que toman los demás, avalados por su fama y sus seguidores.
Credibilidad y autoridad
Al convertirse en los nuevos referentes de niños, niñas y adolescentes, un ‘influencer’ se transforma en una suerte de autoridad moral para los menores.
La UNICEF señala que los abusos sexuales son cometidos por personas que se valen de su cercanía, confianza y autoridad moral sobre los menores para inducirlos, normalmente con engaño, a realizar o dejarse realizar actividades dirigidas a su propia satisfacción sexual.
El organismo señaló que los depredadores, valiéndose de su autoridad moral le induce al menor a tener una relación sexual “porque es bueno para su crecimiento”.
Lobo con piel de oveja
Ecuador tiene 112 276 ‘influencers‘ o creadores de contenidos, según un estudio de la empresa de marketing Influencity. No todos son malos ni tienen intenciones oscuras con su actividad.
Algunos generan entretenimiento, diversión, noticias y actividades comerciales. Los ingresos que obtienen llamaron la atención del Servicio de Rentas Internas que quiere hacerlos tributar.
Pero hay otros, como los capturados en Guayaquil con 10 000 fotos y videos, que incurrirían en el delito de pornografía infantil.
La Policía Nacional, a través de la Dinapen, realiza un monitoreo constante de las redes sociales para evitar que posibles abusadores logren enganchar a menores de edad.
Niños, niñas y adolescentes buscan ser populares y tener mayor número de contactos en sus redes sociales. Por ello es que aceptan todas las solicitudes de amistad que les envían, más si son de personas populares o ‘influencers’.
Ante esto, la Policía Nacional recomienda que se acepten solicitudes “de personas que conozcan y no de quienes les parecen simpáticos”.
Según los policías, los abusadores tienen como fotos de portada de sus redes sociales figuras de animales o imágenes llamativas para captar la atención de los menores.
Sin embargo, si son personas públicas y conocidas las que buscan contactar a niños para abusar de ellos, utilizarán su imagen para captar la atención de menores de edad y lograr el contacto deseado.
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