La oficina de prensa oficial revisaba lo que se publicaba
Doscientos treinta periodistas chilenos fueron víctimas de prisión política y tortura durante la dictadura militar chilena, según el informe que presentó la Comisión Comisión Nacional sobre Prisión Política y Tortura.
Esta Comisión, presidida por Monseñor Sergio Valech, recogió el testimonio de unas 35 000 personas, víctimas de la represión entre 1973 y 1990 en Chile.
Esa cantidad se sumó a los 23 casos de profesionales de la prensa ejecutados o desaparecidos después del Golpe de Estado de 1973, cuando Augusto Pinochet empezó a gobernar con mano dura hasta 1990.
Tras el golpe de estado al presidente Salvador Allende, una Junta militar gobernó Chile con mano dura y una censura a la libertad de expresión. La libertad de opinión, difusión y expresión quedaron limitadas con decretos, leyes y regulaciones y resoluciones.
La Junta de Gobierno eliminó a los medios de comunicación afines a Allende, sus bienes fueron confiscados y los dueños exiliados o arrestados. La mayoría de los diarios fueron clausurados, salvo aquellos que se mantuvieron fieles a la Junta de Gobierno.
Las radios y los canales de televisión fueron convertidos en medios propagandísticos. En el régimen de Pinochet no hubo libertad de expresión y el ejercicio del periodismo independiente era suicida, señala Haydeé Marín, en un estudio publicado por el Centro de Estudios Especiales sobre Latinoamérica y el Caribe.
Al asumir la Junta Militar el gobierno de Chile, se creo una oficina especial para revisar las publicaciones, creándose institucionalmente la censura previa. Los editores de los periódicos tenían que enviar el material periodístico a la Oficina de Prensa del Gobierno antes de su publicación.
Las estaciones de televisión, por ejemplo, no podían difundir ningún tipo de programa que tuviera intercambio libre de ideas en cuestiones sociales o política.
A través de leyes y normativas inferiores se censuraba cualquier información. Por ejemplo, el insulto o la supuesta difamación atentaban contra el orden público.
La Junta de Gobierno también emitió varios Decretos-Leyes para perseguir a los medios de prensa escrita y radial que estuvieran en desacuerdo con la Junta.
El Decreto-Ley 77 estipulaba que la doctrina marxista tenía que ser extirpada de la sociedad y se prohibía y declaraba ilícitas todas aquellas actividades que sustentaban la doctrina marxista. Se creó el delito de opinión.
Aunque la dictadura militar terminó en 1990, las secuelas que dejó en la libertad de expresión chilena duraron toda la década de los noventa, pues se gobernó en democracia, pero con leyes de la dictadura.
La Ley sobre las libertades de opinión e información y ejercicio del periodismo fue aprobada el 4 de junio de 2001.
El testigo
Durante la época de la dictadura militar de Augusto Pinochet había una censura para los medios de comunicación, te cortaban las transmisiones de radio, de televisión, etc. Incluso las amenazas directas e indirectas ocasionaban una autocensura en los propios periodistas y en los medios de comunicación para cuidarse y seguir informando.
Los periodistas
inventaron formas de
evadir la censura
Jaime Ahumada
Radio CooperativaPero algunos medios se las ingeniaban para sacar a la luz hechos que estaban sucediendo. En Radio Cooperativa hacíamos transmisiones en directo, con reacciones de la gente, lo cual ya no podía ser cortado porque ya no había tiempo para eso.
Los medios escritos tenían un ‘sensor’ del Gobierno, que iba diariamente para verificar qué información podía o no salir publicada al día siguiente. En algunas ocasiones hubo la posibilidad de hacer entrevistas a opositores y publicarlas tal cual.
OTROS HECHOS
El libro prohibido. Alejandra Matus es autora de ‘El libro negro de la justicia’, que hace una crítica al sistema judicial chileno. Un tribunal chileno ordenó, en 1999, la incautación del libro para precautelar el honor de los supuestos ofendidos.
Una forma de oposición. El Fortín Mapocho era una publicación que se destacó por tener siempre en portada un dibujo del caricaturista Gus, con una “Y”, la caricatura de una vaca y un “ER”, que se interpretaba como “Y va a caer”, refiriéndose a Pinochet.
'La censura duró más de dos décadas'
Augusto Pinochet (+), ex presidente de Chile
En 1973, tras el golpe de Estado al presidente Salvador Allende, una Junta Militar gobernó Chile con mano dura y una censura a las libertades ciudadanas. La Junta Militar y su presidente, el general Augusto Pinochet, gobernaron hasta 1990.
En los primeros años del Régimen, el objetivo fue reprimir y destruir organizaciones y líderes políticos, entre los cuales estaban intelectuales de izquierda, estudiantes y periodistas.