Como un cisne surcando el río Babahoyo, la casa flotante de 56 metros cuadrados inició su recorrido en la capital de Los Ríos. La construcción, hecha con madera laurel y paneles de balsa contrachapada, fue remolcada por dos botes y navegó 26 horas hasta Guayaquil. Finalmente arribó a su destino, la isla Santay, donde fue anclada en el muelle. Aquí estará de forma permanente.
Esta vivienda elaborada por artesanos de Babahoyo se convirtió en el Observatorio de Santay. Es un nuevo espacio para presentaciones artísticas, muestras fotográficas, exposiciones y otros eventos. El objetivo es reforzar el turismo en esta área protegida.
Aniversario de la visita de Simón Bolívar
El sábado 27 de agosto se conmemoró el aniversario 193 del ingreso de Simón Bolívar a Santay. Por ello hubo shows artísticos. Y también fue inaugurado el Observatorio. “Simón Bolívar vino acá por prescripción médica, estaba aquejado de cólicos biliares y le recomendaron los aires de la isla”, comentó Patricio Cajas, miembro de la organización Amigos de Santay. Esta agrupación tuvo la iniciativa de construir el Observatorio.
Para la conmemoración se realizó el evento Santay EnCanta, con el IV Encuentro coral en el humedal 2022. Aquí estuvieron el coro de la Casa de la Cultura Núcleo Guayas, el de Niños de la Universidad de Guayaquil, el coro Visum Musicum y los coros de las universidades Católica Santiago de Guayaquil y Politécnica Salesiana. Luego se inauguró el Observatorio de Santay. La casa flotante que acababa de superar los obstáculos de la navegación fluvial, fue decorada para recibir a invitados como operadores turísticos y moradores de la aldea en la isla.
El Observatorio se abrió con una muestra del fotógrafo Wladimir Torres. En las fotos se observan distintos rostros de Santay, su vida y su cotidianidad. Luego se prevé realizar otras exposiciones. “La intención de esta iniciativa es fortalecer el desarrollo de la comunidad de Santay. El Observatorio está hecho para que sea un recurso más y que la gente venga a ver la exposición que haya en ese momento”, indicó Patricio Cajas.
“De aquí puede pasar a la aldea, sabiendo que su visita posibilita ingresos a la comunidad. Tenemos que crear otros estímulos para que a la gente le interese venir”. Se planea crear vínculos con la academia, las universidades, para convertir este Observatorio en un espacio cultural y establecer un cronograma . “Que el turista sepa que además de los atractivos de la isla, hay también una opción cultural”, añadió Cajas.
Benito Parrales es un comunero de 74 años de edad. Nacido y criado en Santay, se mostró satisfecho con la apertura del Observatorio. “La comunidad está muy contenta, no esperábamos este nuevo proyecto. Esperamos realizar muchas actividades, revisar las leyendas, las historias de la isla, los amorfinos, que los hago yo. Y que eso traiga más turismo”, señaló.
Patricio Cajas realizó el recorrido completo desde Babahoyo, a bordo de la casa flotante. “Pensábamos que el viaje sería de 12 horas, pero fueron 26. La estructura no está hecha para navegar sino para estar fija en un lugar”, relató Cajas a EL COMERCIO. “Al principio fuimos con un bote a cada lado hasta Samborondón, que es lo más fácil. Pero ahí ya se sienten las corrientes y el vaivén”.
Construcción sostenible
La construcción de la casa se hizo en Babahoyo porque allá está la tecnología local, la mano de obra y el conocimiento. “Está hecha de madera para rescatar el patrimonio que se ha ido perdiendo, que es el trabajo de la madera, de los espacios flotantes”. Así lo indicó el arquitecto José Gómez, de la empresa Natura Futura, que hizo la vivienda flotante.
La elaboración tardó un año pues como fue mediante autogestión, cada que la gente donaba, se iba trabajando poco a poco Juan Carlos Bamba, arquitecto que colaboró con la construcción, explicó que en el suelo, el techo y la estructura, se utilizaron diferentes maderas. “Se usó una que sea resistente pero ligera, porque tiene que flotar”.
En los paneles y cerramientos se usaron paneles prefabricados, que son ligeros pero con resistencia y aislamiento acústico y térmico.
Para que la construcción dure mucho, la madera está protegida del sol y de la lluvia mediante diferentes tratamientos. Se le dará a la comunidad un manual para que aprenda a preservarla. “Con la madera se puede hacer de todo”, dijo Juan Carlos Bamba. “Desde casas hasta construcciones más grandes”.