Técnicos analizan los planos del edificio IQON, un proyecto de la firma Uribe Schwarzkopf, ubicado en Quito. Foto: Julio Estrella / EL COMERCIO
El sueño de tener una casa propia no ha desaparecido, aunque menos personas han tomado la decisión de comprar una vivienda este 2020 de crisis económica.
Entre enero y agosto del 2020 la reserva de viviendas se redujo un 31% en relación a igual período del 2019, según los datos más recientes de la Asociación de Promotores Inmobiliarios (Apive).
Las casas que están en el segmento de Vivienda de Interés Público (VIP), que tienen precios de entre USD 71 000 y USD 91 000, son las que impulsaron al sector este año, según el reporte de Apive.
De las 2 165 unidades que se reservaron para compra entre enero y agosto, alrededor del 40% pertenece a ese rango.
Henry Yandún, miembro del gremio de Constructores Positivos, explica que este segmento es el más atractivo en el mercado, por la puesta en marcha de un fideicomiso para que la banca pueda colocar créditos a una tasa preferencial de 4,99% para viviendas de hasta USD 91 000, como parte del plan de Gobierno Casa Para Todos.
Según Yandún, la colocación de este crédito no fue expedita en el primer año de creación del fideicomiso y en los últimos meses del 2020. “Recién se ha visto más agilidad”.
Con el fideicomiso, creado en el 2019, el Gobierno se comprometió a entregar USD 538 millones y cuatro entidades del sector financiero privado se comprometieron a colocar USD 812 millones, de acuerdo con datos del Ministerio de Desarrollo Urbano y Vivienda. De ese monto ya se han colocado USD 208,7 millones.
El ministro de Vivienda, Julio Recalde, señala que, pese a la pandemia, la Cartera ha tratado de acelerar los procesos de aprobación de proyectos de construcción para que los ciudadanos puedan optar por crédito hipotecario a esta tasa de interés preferencial.
“Aunque el fideicomiso se creó en el 2019, la mayor parte de los proyectos aprobados se ha dado este año, ya hay 642 proyectos aprobados que representan 19 119 nuevas viviendas”, indicó el Ministro.
El segmento más bajo de precios, de hasta USD 40 000, representó el 7% de las reservas de entre enero y agosto, pese a que el fideicomiso también cubre a este tipo de unidades.
Joan Proaño, miembro de Constructores Positivos, explicó que este año los constructores han tenido que modificar sus estructuras de costos y modificar sus productos para convencer a los clientes.
“Nosotros teníamos viviendas de USD 82 600, pero con la pandemia reconfiguramos el proyecto y ahora tenemos casas de UD 72 600 y departamentos de USD 59 000”, explicó el constructor.
En tanto, las construcciones que están fuera de la cobertura del fideicomiso registraron una caída de la demanda del 28% en relación al período enero a agosto del 2019.
Joseph Schwarzkopf, gerente de la constructora Uribe Schwarzkopf, cree que la empresa venderá este año el 70% de lo que comercializó el 2019, pero aún así, en el 2021 no retrasarán sus planes y lanzarán un nuevo proyecto.
Schwarzkopf señala que para que el sector inmobiliario se recupere del impacto de la pandemia y crezca a buen ritmo es necesario que el crédito de vivienda sea más accesible para los clientes.
“Se necesitan plazos más largos para los clientes e incentivos para que los bancos puedan garantizar cartera hipotecaria”, comentó.