Vinos europeos ganan peso en el mercado

En el restaurante Sur Parrilla Gourmet, Rodrigo Peralta hace una cata de vino europeo. Foto: Diego Pallero / EL COMERCIO

Aunque los vinos chilenos y argentinos siguen siendo los más demandados en el mercado, el peso de las marcas europeas creció.
En las perchas de supermercados y cavas de restaurantes existen actualmente unas 100 marcas europeas. Las más populares son las españolas.
El crecimiento más importante sucedió en el 2017, cuando la importación de estos licores subió en un 1 000%.
Las ventas del resto del mercado también aumentaron, pero a un ritmo del 15% (ver gráfico), según datos de la Asociación Ecuatoriana de Importadores de Licores (AEIL).
La mayor presencia de bebidas europeas en el país se explica por dos factores. El primero es el acuerdo con la Unión Europea (UE), que entró en vigor en enero del 2017 y que estableció una desgravación inmediata y total de los aranceles para los licores, lo que se tradujo en menores precios para el consumidor. Además, desde junio del año pasado se eliminaron las salvaguardias.
El presidente de la AEIL, Felipe Cordovez, explica que los vinos, en todas sus categorías, registraron una reducción de precios del 40% desde el 2017 debido a la baja de impuestos, pero también “a la increíble competencia en el mercado”.
El nuevo escenario obligó a las marcas “a ser más creativas y a tratar de buscar puntos de diferenciación en un mercado donde ahora existen muchos competidores”, comentó.
Debido a esto, el ecuatoriano puede encontrar actualmente más de 300 marcas provenientes de 13 países, incluidos los europeos, y 2 000 variedades. En el 2017 esa cifra se triplicó y este año la AIL espera que ocurra algo similar.
Paúl Céspedes, socio de la distribuidora de licor C y C Mundial, ubicada en el norte de Quito, empezó a comercializar vino europeo desde noviembre pasado. Hasta marzo comercializaba de dos a cinco botellas al mes, pero desde abril las ventas subieron y ahora vende hasta 12 mensuales.
El local expende vinos franceses e italianos, con precios que oscilan de entre USD 5 y 8, pero el que más demanda tiene es el de origen español, con un costo de USD 6 por botella.
Eco1, una distribuidora ubicada en el norte de Quito, cuenta con vinos de la UE desde febrero de este año. Gladys Noboa, trabajadora del establecimiento, explica que en los dos primeros meses vendía entre dos y cuatro botellas mensuales, pero a partir de mayo el despacho subió a 10.
La marca de mayor demanda en este establecimiento es Valle de Alba, que cuesta USD 8, y es de origen español.
De acuerdo con datos de la AIEL, en el 2016 las importaciones de licores provenientes de la UE no superaron las 3 000 cajas de nueve litros, pero el año pasado esta cifra se multiplicó por 10.
Eddy Castillo, presidente de la Federación Nacional de Distribuidores de Licores del Ecuador (Fenacobec), considera que la eliminación de aranceles permitió que los precios de Ecuador casi se igualen a los de países vecinos, con lo cual se redujo el contrabando.
La presencia de los licores de la UE también ganó espacio en las cavas de restaurantes.
En La Gloria, un establecimiento ubicado en el sector de la Floresta, en la capital, los comensales pueden hallar una variedad de botellas de vino de origen italiano, francés, portugués y, sobre todo, español. Los precios pueden ir desde USD 6 hasta USD 500, según la marca y la cosecha.
Del total de botellas vendidas durante este año en La Gloria, el 80% fue de origen europeo y el resto de países de la región como Chile y Argentina.
“Los vinos sudamericanos se han quedado estancados, mientras que los vinos europeos ingresan al país con un arancel cero, lo que hace posible encontrar una gran variedad de vinos”, dijo Diego Sánchez, administrador del lugar.
El restaurante Sur Parrilla Gourmet, ubicado en el norte de Quito, ofrece desde febrero de este año botellas de estas bebidas provenientes de la UE. Y desde marzo su venta aumentó en un 40%, expresa Oswaldo Pazmiño, encargado del área de bebidas.
En la cava de este restaurante se puede encontrar vinos de Francia y Portugal. Estos últimos son los que registran más demanda. Para Pazmiño, estas bebidas tienen una buena acogida por el precio y la calidad.
El Presidente de la AEIL está seguro de que el interés por esta bebida europea seguirá creciendo en el país.
La gremio calcula que el mercado de vinos en el país crecerá, al menos, 10% durante este año.