Personal de Petroecuador hizo un recorrido en las zonas afectadas por el derrame. Maquinaria llegó al lugar. Foto: Cortesía Petroecuador
Ecuador tiene crudo solo para cumplir con las exportaciones de los siguientes cinco días, a causa de la rotura de dos oleoductos y un poliducto.
El ministro de Energía, René Ortiz, explicó que por esta situación el Gobierno suspendió las exportaciones y apeló a la cláusula de ‘Fuerza Mayor’, disponible en los contratos de venta de hidrocarburo.
El 7 de abril, en el área de San Rafael, entre Napo y Sucumbíos, se fracturaron las tuberías del Sistema de Oleoducto Transecuatoriano (Sote), del Poliducto Shushufindi–Quito y del Oleoducto de Crudos Pesados (OCP) por el hundimiento de tierras y formación de un socavón de 70 metros.
Inicialmente, Petroecuador proyectó que la reparación de los daños tomaría unas tres semanas, tiempo en que se construirían tuberías de reemplazo, junto con OCP Ecuador y el soporte de Petroamazonas.
Sin embargo, Ortiz cree que “podría ser más” tiempo. La zona es altamente sísmica, dijo, y añadió que hay suficiente tubería para cubrir la nueva variante, en un tramo de 1,5 kilómetros de extensión.
El origen del problema está en el colapso de la cascada San Rafael, ubicada en el río Coca. Ese fenómeno ha causado que esa cascada haya retrocedido aguas arriba en alrededor de 1,5 kilómetros desde su posición original. Ese proceso empezó en febrero de este año y no se ha detenido sino que continuará aguas arriba. Con ello, el problema sigue siendo una amenaza a
las infraestructuras petroleras e incluso a la represa de la Central Hidroeléctrica Coca- Codo Sinclair.
La información fue corroborada por el gerente e interventor de la Corporación Nacional de Electricidad (Celec), Raúl Maldonado.
La firma levanta este momento los estudios geológicos para determinar “la mejor solución a este problema”.
El funcionario reconoció que el problema es complejo. “Algunos análisis señalan que la cascada podría afectar al embalse de la central Coca-Codo en menos de un año”, dijo Maldonado, aunque enfatizó que es imposible predecir escenarios sin los estudios finales del terreno.
El día del deslizamiento en San Rafael, la producción nacional de petróleo alcanzó los 504 553 barriles, según la Agencia de Regulación y Control Hidrocarburífero (ARCH).
El pasado 8 de abril, Petroecuador informó que en la Terminal Marítima de Balao (Esmeraldas) estaban almacenados 2,5 millones de barriles que serían destinados exclusivamente a la exportación.
La inesperada suspensión del trasporte del hidrocarburo hasta el océano Pacífico, para luego ser trasladado a otros países, es la razón en la que se sustentará el Gobierno para aplicar la cláusula de Fuerza Mayor o Caso Fortuito de los contratos, como ya hizo en octubre del 2019 (en esa ocasión fue por las manifestaciones).
“Todo este sistema en el mercado internacional tiene compradores con mucho tiempo. Ellos están advertidos que hay una fuerza mayor. Por la cual no hay cómo exportar petróleo. O se exportará hasta cuando se agoten los ‘stocks’ en Balao”, describió Ortiz.
En enero pasado se trasportaron 16,7 millones de barriles de crudo, de los cuales 10,9 millones se movieron por el Sote y 5,8 millones por OCP.
Freno en envíos tiene impacto económico
El problema con las tuberías se suma a la complicada situación que vive el sector petrolero a escala mundial, a causa del desplome de los precios internacionales. El Presupuesto General del Estado se construyó con la estimación de un precio por barril de USD 51,30, pero se ha vendido a mucho menos. Según el Servicio Nacional de Información (SNI), el 20 de febrero el crudo Oriente se cotizó en USD 48,92 y el barril de Napo en USD 40,84. Para 31 de marzo, el primer producto se vendió en USD 17,74 y el segundo en USD 10,37.
Al respecto, René Ortiz expresó que “se han bajado los ingresos petroleros, que robustecen las arcas fiscales, de una manera brutal: casi el 40% menos”.
El exministro de Energía Carlos Pérez recordó que no es la primera vez que Ecuador recurre a la cláusula de fuerza mayor para suspender los envíos de petróleo. Pérez, cuando estuvo al frente de la Cartera de Estado, en octubre del 2019, recurrió a esta figura y detuvo por alrededor de un mes las exportaciones a China y a Tailandia, que son parte de los contratos de preventa.
“Una vez que se restablezca la situación (por los oleoductos y el poliducto rotos) y se irán cumpliendo las cuotas con base en el cronograma fijado. Los volúmenes de entrega se mantienen”, explicó el exfuncionario.
70 comunidades fueron afectadas por el derrame
La contaminación de los ríos Napo y Coca, a causa del derrame de crudo, afecta al menos a unas 30 comunidades de Sucumbíos y a otras 40 de Orellana. Las poblaciones habitan en las riberas de los afluentes, algunas consumen el agua de los ríos, la mayoría se sustenta de la pesca y agricultura.
Andrés Tapia, vocero de la Confederación de Nacionalidades Indígenas de la Amazonía Ecuatoriana (Confeniae), comentó que son alrededor de 2 000 familias las perjudicadas, la mayoría están en Orellana.
Hólger Gallo, presidente de la comunidad Panduyaku, de la parroquia Gonzalo Pizarro (Sucumbíos), comunicó que fueron los primeros en detectar la presencia de petróleo en el río Coca. “No estamos afectados por el agua, porque la captamos de otro lugar para nuestro consumo. Pero sí hay cultivos con afectaciones pequeñas”, manifestó.
La Confeniae ha tomado contacto con organizaciones indígenas del Perú y monitorea el avance de la mancha negra. Hasta ayer no se apreciaba crudo en el país vecino.
Petroecuador hizo sobrevuelos desde la ciudad de Coca hasta la frontera con Perú, para evaluar el avance de la mancha y posible implementación de puntos de control adicionales. Técnicos del Ministerio del Ambiente supervisaron los trabajos de contención en San Rafael.
Filtración de agua hace que cascada retroceda
La rotura de las tuberías estatales está relacionada con el proceso de retroceso de la cascada de San Rafael. Ese fenómeno se genera por la filtración de agua en el suelo donde se asienta. El terreno no es roca sino grava, arena y materiales finos, producto de las erupciones volcánicas, frecuentes en esa zona. Eso hace que el agua se filtre con facilidad y que la cascada colapse y retroceda, explica Ricardo Buitrón, extécnico de Inecel. Aunque el fenómeno puede ser de origen natural, se estudia para determinar la causa, explicó Raúl Maldonado, gerente de Celec.
En una entrevista con el portal Monbay, Emilio Cobo, coordinador del Programa de Agua de la UICN para América, dijo que la operación de la central Coca-Codo estaría relacionada con el movimiento de la cascada. Según su hipótesis, las obras de captación de la obra ubicadas aguas arriba tienen desarenadores, para retener sedimentos y eso aumenta la capacidad erosiva del agua. Esto -añade- podría haber jugado un papel importante en la primera falla de febrero, cuando la cascada se movió 200 metros. El martes retrocedió 1 300 metros más.
Algo similar ocurrió con la cascada del Agoyán en 1958, dice Buitrón. “Eso obligó a hacer obras de estabilización. En San Rafael debería hacerse algo parecido. Los estudios debieron arrancar en febrero”, indicó.
Capacidad de refinación se redujo este mes
La Unidad FCC, que es un área clave en la Refinería Esmeraldas, se suspendió por un daño producido durante falla del Sistema Nacional Interconectado.
El corte de energía se produjo a las 12:36 del martes pasado, lo que ocasionó una para no programada en las unidades de la planta.
Como consecuencia de la paralización de emergencia, se produjo un daño en el compresor F-C1 de la Unidad de Fraccionamiento Catalítico Fluidizado (FCC).
Petroecuador dijo, en un balance preliminar, que detectó fugas de aceite en los equipos del cojinete del compresor.
Por este motivo se deberá validar la condición mecánica de las piezas, en un tiempo de seis días, y una vez que se tenga la certeza de los daños, se definirá el tiempo que tomen los arreglos. La Unidad FFC produce derivados como gas, naftas de alto octano y aceites cíclicos para elaborar fuel oil.
A esto se suma la paralización de la Refinería de la Libertad desde el 4 hasta el 18 de abril, debido a que 63 técnicos y operarios realizarán aislamiento voluntario, pues tuvieron contacto con personas que presentaban síntomas relacionados con el covid-19.
Petroecuador dijo que garantiza el abastecimiento de combustibles, ya que cuenta con el ‘stock’ suficiente para atender la actual demanda de productos en el país.