Las siete recomendaciones del MAG dividen a ganaderos e industriales

Marcelo Peña (c), titular de la Asociación de Ganaderos de la Sierra y Oriente, junto a voceros de industrias y ganaderos. Foto: Patricia González / EL COMERCIO

El Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG) hizo siete recomendaciones frente al suero de leche, que está en el centro de polémica entre la industria y los productores lecheros.
La Cartera planteó prohibir la comercialización de bebidas lácteas blancas y que estas se elaboren solo con suero en polvo, que tengan color y con sabor. Además, propuso industrializar el insumo para generar suero concentrado, vitaminas y otros insumos.
Una cuarta sugerencia es desgravar la importación de máquinas y equipos para generar suero concentrado.
En términos de control, el MAG sugirió fijar una metodología de control para determinar la composición de estas bebidas, atribuir a la Agencia de Control y Regulación Fito y Zoosanintaria las competencias para el control de toda la cadena láctea y exigir una norma de etiquetado que evite confusión del consumidor entre leche y bebida láctea.
El suero de leche se obtiene de la elaboración de los quesos. Se calcula que de cada diez litros de leche que se usan para producir queso, se recuperan nueve de suero.
En alimentos se usa en la preparación de quesos (ricotta), bebidas lácteas y otras. Estas últimas tienen 71% de leche entera y 29% de suero.
Gremios de productores y algunas industrias lácteas apoyan las sugerencias del MAG. Para ellos, el desbalance entre oferta y demanda de leche en el país se debe, en buena medida, al uso indebido del suero. “Desplaza el consumo de leche pura” y genera pérdidas para el sector, sostuvo Francisco Chiriboga, director de la Asociación Holstein del Ecuador.
El Centro de la Industria Láctea, en cambio, rechaza las propuestas de Agricultura. El gremio señaló que entes internacionales (entre ellos, la FAO) reconocen “el uso del suero líquido, concentrado o en polvo, por lo que su restricción daría un trato preferencial a unos pocos actores, lo cual no es legal”.
Para el Centro sería un error “no permitir” la existencia de un producto porque sea más o menos nutritivo que otro. El CIL defendió el derecho del consumidor de tener todas opciones de productos y, además, dijo que exigir colorantes iría en contra de la tendencia de mercado, que busca alimentos más naturales.
El CIL destacó que las bebidas lácteas son una opción nutricional para una parte de la población y dijo que, de aprobarse la propuesta del MAG, subirá el uso informal del suero o su desecho sin control.
El sector ganadero insistió en que el suero de leche tiene un valor nutricional menor que la leche. Pese a eso, su uso es atractivo porque, según Chiriboga, las industrias consiguen este insumo hasta en USD 0,02 por litro, cuando el precio para el productor de leche es de USD 0,42.
Según estudios de este sector, la participación de la bebida láctea entre abril de 2018 e igual mes de 2019 fue del 10,5%; de la leche en funda, del 55%; y de la leche en cartón, del 44%. La CIL cree que el análisis debe ser más global; es decir, del mercado de bebidas. Al mirar ese mix, las bebidas lácteas pesan el 1%.
La Asociación de Pequeños Queseros Artesanales de Cotopaxi rechazó una eventual nueva restricción en la venta de suero. El gremio, formado por 18 socios, dijo que sus ventas bajaron 30% en la moratoria de venta de suero, que estuvo vigente hasta el 25 de agosto. Jorge Novillo, vocero del gremio, dijo que han estudiado incorporar procesos para secar el suero, pero el alto costo de la maquinaria ha impedido implementar la iniciativa. Este gremio y los ganaderos solicitaron una cita con el presidente Lenín Moreno.