El presidente de la República, Lenín Moreno, participó en la firma de contratos petroleros con empresas privadas. Foto: Mario Faustos / EL COMERCIO
Ecuador se está apalancando en la inversión privada para incrementar una alicaída producción de petróleo.
El Gobierno firmó ayer (viernes 5 de octubre del 2018) seis contratos petroleros por USD 1 622 millones en nuevas inversiones para el desarrollo de seis campos en Orellana, Napo y Sucumbíos.
El presidente Lenín Moreno presidió el evento, que se desarrolló en Guayaquil.
Cuatro contratos se suscribieron a través del proceso Oil & Gas 2018. Con ello la estatal petrolera obtendrá una inversión de USD 727 millones.
Estos acuerdos contemplan a los campos Cuyabeno/Sansahuari, Oso, Yuralpa y Blanca/Vinita.
“Estos contratos se ejecutarán bajo la modalidad de prestación de servicios específicos con financiamiento de la contratista (…) el modelo de contrato propuesto es beneficioso para el Estado porque transfiere el riesgo de las inversiones a la contratista, quien facturará una tarifa indexada al crudo marcador WTI”, indicó.
Así, Petroamazonas pagará a las contratistas por sus servicios una tarifa de acuerdo con el marcador internacional de crudo WTI. El promedio es USD 18,41, considerando un precio de USD 60 por barril.
Además, se prevé una producción adicional estimada de 77 millones de barriles de petróleo, durante 10 años.
La prestadora de servicios para los campos Oso y Yuralpa es Wayraenergy, conformada por las venezolanas Vinccler y Arotekh. En Blanca/Vinita operará la ecuatoriana Triboilgas y en Cuyabeno/Sansahuari estará Cuyabenopetro, conformada por la Avanzia y el Grupo Cobra, de México.
Pero no es la única inversión nueva que recibirá el país.
El ministro de Energía, Carlos Pérez, detalló que la renegociación de dos contratos de prestación de servicios que permitirá una inversión adicional por USD 895 millones.
Se trata de los contratos suscritos en el 2012 con los consorcios Shushufindi (cuyo principal accionista es Schlumberger) y Pardeliservices (cuyo principal accionista es Tecpetrol), para el desarrollo de Shushufindi-Bloque 57 y Libertador-Bloque 58.
Con ello se concretó, según Pérez, una reducción significativa en las tarifas que la estatal cancelaba. “En el caso del consorcio Shushufindi, las tarifas renegociadas pasaron de USD 29,85 a 19,50 por barril; en el caso de Pardeliservices pasaron de USD 38,54 a 31,43 por barril”.
Además, estos acuerdos permitirán una producción incremental de 89 millones de barriles durante los 15 años de vigencia de los contratos.
El presidente Moreno añadió que estos seis contratos se suman a los cuatro de campos menores firmados en febrero pasado, sumando un total de USD 2 341 millones en nuevas inversiones en el sector.
Pérez dijo que las firmas que firmaron los contratos ayer (5 de octubre del 2018) deberán estar operando en el segundo trimestre del 2019.
El Gobierno, además, afina detalles para la búsqueda de inversión privada para 22 áreas petroleras adicionales. Estos campos saldrán a licitación en dos procesos: Intracampos e Intracampos II. En ambas licitaciones se promoverá la firma de contratos de participación, donde la empresa privada asume el riesgo de la inversión.
Todo esto es para impulsar la producción. Entre enero y septiembre de este año la extracción de crudo nacional (privada y pública) cayó 3% comparado con iguales meses del 2017. La estatal se redujo 4,8%.
En julio se registró un alza importante, gracias a la operación del ITT, que marcó 70 000 barriles por día (bpd) y se consolidó como el primer campo productivo. Petroamazonas, que opera el área, proyectó en esos días que la producción podría llegar a los 80 000 bpd en septiembre y octubre.
Pero no se alcanzó. El 5 de septiembre pasado el bombeo incluso llegó a 61 268 bdp. Luego la producción se recuperó y ayer alcanzó los 68 400 barriles, según datos de la Agencia de Control Hidrocarburífero.
Según Petroamazonas, la producción del ITT registra un promedio de 70 000 bdp. Explicó que la reducción en semanas pasadas obedece a los trabajos en su Central de Procesos Tiputini CPT, donde se están instalando nuevos equipos para separar el agua, el gas y el crudo. El objetivo de estos trabajos es que la capacidad de procesamiento suba a
80 000 barriles a fin de año.