FMI augura recesión durante el 2017 para Ecuador y Venezuela

Maurice Obstfeld y Oya Calasun presentaron ayer el informe del FMI en Washington. Foto: Michael Reynolds/ EFE

Las previsiones del Fondo Monetario Internacional (FMI) no coinciden con los cálculos de crecimiento de la economía del Gobierno para este año (2017).
En el informe Perspectivas de la Economía Mundial, presentado ayer en Washington, el multilateral pronosticó que habrá recesión este año, con un decrecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) del 1,6%. Para el 2018 también augura una caída del 0,3%.
Lo anterior ubica a Ecuador, junto con Venezuela (-7,4%), como los dos países que decrecerán este año en la región.
En mejor posición están aquellas naciones que aumentaron el gasto público o redujeron los impuestos para estimular a la economía, dijo ayer, 18 de abril, Calos Végh, economista jefe del Banco Mundial para la región.
En concreto citó las políticas contracíclicas de países como Chile, Colombia, Costa Rica, México o Perú, cuyas cuentas se muestran favorables.
Las cifras proyectadas por el FMI para Ecuador contrastan con el escenario esperado por el Gobierno. El Banco Central del Ecuador (BCE) espera que este año la economía crezca. El pasado 8 de abril el presidente Rafael Correa incluso aseguró: “técnicamente salimos de la recesión”. Dijo que desde junio del 2016 empezó un ciclo de crecimiento, tras cuatro trimestres de contracción.
La gerenta del BCE, Madeleine Abarca, consideró que en un mes más, si las cosas continúan como están, la economía entrará en un ciclo de expansión económica.
Pero el FMI ya había advertido en enero pasado que “se prevé que la economía ecuatoriana se contraiga este año, aunque a un ritmo más lento respecto al proyectado anteriormente” gracias a la recuperación de los precios del petróleo. Hasta septiembre del 2016 el organismo preveía un decrecimiento del 2,3% para Ecuador durante este año.
La Corporación de Estudios para el Desarrollo (Cordes) había previsto en diciembre del año pasado que el PIB caiga 2,9% en el 2017.
Pero esta organización anunció que en las próximas semanas actualizará y mejorará su proyección para la economía debido a la inyección de liquidez por parte del Fisco en el primer trimestre. Sin embargo, recalcó que esa recuperación no es “mérito de la política económica”, sino del endeudamiento al que ha accedido el país en los últimos meses.
Hay “factores estructurales de la economía que siguen deteriorándose” y en algún momento se tendrá que hacer un ajuste, señaló Cordes.
Sin embargo, para el BCE, el endeudamiento público evitó los clásicos “paquetazos” y respondió a una “política económica orientada a neutralizar los efectos negativos derivados de la recesión económica” desde mediados de 2015.
La entidad explicó a este Diario la semana pasada, vía mail, que factores externos como la apreciación del dólar, la caída del precio del petróleo y los efectos del terremoto de hace un año, obligaron a “establecer una política económica anticíclica”. Las medidas se orientaron a “inyectar en la economía recursos que compensen la caída de los ingresos petroleros, y en general, de las exportaciones ecuatorianas”.
Para el director del Instituto de Investigaciones Económicas de la PUCE, Carlos de la Torre, el FMI “suele equivocarse” cuando hace sus cálculos. “Sus metodologías son estándar para todos los países, sin importar las particularidades”. Ecuador, dijo, es un país básicamente exportador de materias primas, más expuesto a la volatilidad del mercado internacional.
Para el resto de la región, el FMI prevé una recuperación debido al incremento de los precios de algunas materias primas. Brasil lograría salir de la recesión con un leve crecimiento del 0,2%, al igual que Argentina, país para el que se prevé un crecimiento de 2,2%.
En contexto
Ecuador cerró el 2016 con una contracción de su PIB del 1,5%, según el BCE. No obstante, la entidad resalta que el último trimestre del año pasado la economía creció 1,5%, en parte, debido a una mejora en la producción de la repotenciada Refinería de Esmeraldas.