En el segundo trimestre de 2024, el consumo de los hogares en Ecuador cayó un 2,2% en comparación con el mismo periodo del año anterior. Esta reducción, según datos del Banco Central del Ecuador (BCE), forma parte de una desaceleración económica que también afectó al Producto Interno Bruto (PIB). Este se contrajo un 2,2% entre abril y junio de 2024.
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El consumo en los hogares
Según el Informe de Cuentas Nacionales del BCE, la demanda de productos textiles, calzado, así como de servicios de comercio, transporte, alojamiento y alimentación disminuyó notablemente en el segundo trimestre del 2024.
Esto afectó al sector comercial, cuyas ventas minoristas cayeron en rubros como combustibles, productos farmacéuticos y ferretería. Además, las importaciones de bienes de consumo duradero se redujeron en un 12,7%, lo que muestra un debilitamiento en la demanda de productos de larga duración, como electrodomésticos, muebles, vehículos, entre otros.
El consumidor ecuatoriano
El consumidor ecuatoriano ha demostrado una notable capacidad de adaptación, consolidándose como uno de los más resilientes de la región, según Diego Gizzi, director de Retail de Dichter & Neira. Actualmente, los hábitos de consumo han cambiado significativamente, agregó.
Por ejemplo, el canal tradicional (tiendas), que representa el 65% del consumo en el país, experimentó una caída del 18% en los dos primeros trimestres de 2024, evidenciando una tendencia hacia la cautela y el ahorro en el gasto diario.
En comparación con el trimestre anterior, el consumo de los hogares cayó un 0,05%, lo que sugiere una tendencia de contracción sostenida. Esto está vinculado a la reducción en el acceso al crédito y la caída en la compra de bienes duraderos.
Caída del crédito de consumo
El crédito al consumo también registró una disminución. Durante el segundo trimestre de 2024, los créditos otorgados por el Sistema Financiero Nacional (SFN) bajaron un 2,4% en monto y un 3% en número de operaciones. Esto indica que las familias ecuatorianas están limitando su endeudamiento y concentrándose en mantener gastos esenciales.
Además, los recientes cortes de luz en el país han agravado la situación. El 66% de los tenderos ecuatorianos reportan que los apagones han afectado negativamente sus ventas, y solo 2 de cada 10 están preparados para afrontar estos desafíos, por ejemplo, con generadores propios.
Esto no solo afecta a los comerciantes, sino que también limita las opciones de los consumidores, quienes dependen de estos puntos de venta para su abastecimiento cotidiano.
Así, el descenso en el consumo afecta tanto a las familias como a la economía en general, ya que representa un componente crucial del PIB. La recuperación dependerá de la capacidad del Gobierno para estabilizar el empleo y fomentar la inversión, factores clave para reactivar el consumo interno.