Desde el 1 de enero de 2022, las deudas pasarán a vencidas a los burós de crédito a los 15, 30 y 60 días, según el segmento y del tipo de deudor, como lo era antes de la pandemia.
Los clientes de las entidades financieras deberán tener en cuenta este cambio para que los retrasos en los pagos de sus créditos no afecten su calificación de riesgo.
En octubre de 2020, la Junta de Regulación Monetaria y Financiera aprobó la Resolución 609 -2020-F, que permitió que las deudas cayeran en mora recién a los 61 días de impago.
Marco Rodríguez, vicepresidente ejecutivo de la Asociación de Bancos Privados del Ecuador (Asobanca) señaló que la resolución de la Junta brindó un mecanismo práctico, homogéneo y apegado a la técnica bancaria.
Esto permitió amortiguar el shock de la ruptura de la cadena de pagos generado por la pandemia y, al mismo tiempo, ayudó a mantener la capacidad de la banca de apoyar a los clientes que todavía requerían algún tipo de alivio financiero, dijo el directivo.
Las entidades bancarias han aplicado en este tiempo medidas como diferimientos, refinanciamientos, reestructuraciones y novaciones.
A octubre de 2020 los alivios financieros representaron el 36% de la cartera total de crédito. Cerca del 63% de los alivios fue para créditos productivos (comercial, microcrédito, vivienda) y el 37% restante para créditos de consumo (consumo y educativo).
El indicador de morosidad se ha mantenido en niveles que no son preocupantes para el sector, aseguró Rodríguez. Según datos de la Superintendencia de Bancos, la morosidad pasó de 2,83% en noviembre de 2020 a 2,36% en noviembre de este año.
A noviembre pasado, el segmento que tuvo mayor porcentaje de mora fue el educativo con 4,28%. Este es uno de los que incrementó el porcentaje en comparación al mismo mes del año pasado.
Otros como el microcrédito redujeron el nivel morosidad, pasando de 4,21% en noviembre de 2020 a 3,99% en noviembre de este año; así como el de consumo que estuvo en 4,49% y luego en 3,31%, en el mismo periodo.
Ahora con la reducción del tiempo para que una deuda caiga en mora, es necesario que los clientes planifiquen su presupuesto, para considerar su capacidad de pago y, de ser necesario, puedan solicitar facilidades para el pago de sus créditos.
Para elaborar el presupuesto, Rodríguez recomendó identificar los gastos fijos o necesarios (servicios básicos, arriendo, pago de cuotas de deudas, entre otros) y aquellos gastos variables o superfluos que se pueden ajustar en caso de necesitarlo (salidas al cine, paseos, entre otros).
Lo recomendable es que los gastos fijos no excedan el 50% de los ingresos y que los gastos superfluos no excedan el 30% del presupuesto. Así se puede tener disponible un 20% para ahorrar o para hacer frente a imprevistos, dijo el directivo.
Este ejercicio permitirá tener claro el panorama para no endeudarse por encima de la capacidad de pago.
También es importante iniciar un plan de ahorro para evitar caer en endeudamientos innecesarios, comentó Bertha Romero, analista del programa de educación financiera Tus Finanzas. No es necesario comenzar con un gran monto de ahorro, es importante tener el objetivo de hacerlo.