La captación del río Pilatón en el proyecto Toachi-Pilatón, que tiene un avance del 83%. Foto: PAÚL Paúl Rivas / EL COMERCIO
Las mayores centrales de energía construidas en el país en los últimos nueve años comenzarán a entregar electricidad al sistema nacional interconectado durante los próximos tres meses.
Estas forman parte de las ocho hidroeléctricas impulsadas por el Gobierno como proyectos estratégicos para el cambio de matriz energética.
De las ocho centrales, Manduriacu, de 65 megavatios (MW) de potencia, un 6% más que la de la central Paute-Molino, ya fue inaugurada en febrero del 2015.
En el grupo de las hidroeléctricas que restan por inaugurar, los proyectos de mayor potencia como el Coca-Codo Sinclair, Sopladora y Minas-San Francisco se encuentran dentro de la planificación prevista.
En contraste, los proyectos Toachi-Pilatón, Mazar-Dudas, Delsitanisagua y Quijos registran retrasos.
Se debe a complicaciones geológicas y problemas con las contratistas chinas, las cuales deberán responder por no cumplir con los plazos, afirmó el ministro de Electricidad, Esteban Albornoz.
Para este año las dos centrales que registran mayores avances son Coca-Codo Sinclair y Sopladora.
La primera central, de 1 500 MW de potencia (mayor que la central Paute-Molino), ya comenzó con las pruebas hidráulicas en la primera de sus ocho turbinas, cada una con una potencia de 187,5 MW.
Según Albornoz, esta central está por iniciar pruebas mecánicas para entregar energía en febrero próximo con su primera turbina.
Para recibir esa energía ya están listos 138 kilómetros de la línea de transmisión de 500 kilovoltios que unen a la central con la subestación de El Inga, al nororiente de Quito, que distribuirá el suministro a la capital y al norte del país.
La segunda hidroeléctrica -Sopladora- entrará en pruebas la semana que viene; esta forma parte del complejo Paute Integral y que recibirá el agua de Paute Molino. Hasta el momento, Sopladora (que generará 487 MW) es la que mayor avance registra: 97%.
Para abril está previsto que comience a operar Minas-San Francisco, la tercera central de mayor potencia. Debía ingresar en marzo, pero tuvo un pequeño desfase de un mes, según el Ministro.
El cuarto proyecto más grande en construcción que empezaría a generar de manera parcial en marzo próximo es el Toachi-Pilatón, aunque de acuerdo con los plazos publicados en la página web del Ministerio de Electricidad, la central ya debía entregar energía en diciembre pasado.
“Proyectos de esta naturaleza tienen grandes dificultades porque involucran obras subterráneas. (…) En el Toachi-Pilatón estamos un poquito atrasados. Ha habido situaciones que superar y posiblemente en marzo podríamos tener a Sarapullo operando”, dijo Albornoz, al referirse a la primera central que forma parte del proyecto y que tiene una potencia de 49 MW.
Esta central capta el agua del río Pilatón y la lleva por un túnel de 5,9 kilómetros para mover tres turbinas. Aguas abajo se encuentra la presa Toachi, que captará el agua del río del mismo nombre y la llevará a través de otro túnel de 8,7 kilómetros hasta la central Alluriquín, de 204 MW.
La constructora china CWE debía entregar toda la obra civil del proyecto en diciembre del 2015, lo que no se ha concretado, según constató este Diario en una visita al proyecto el jueves pasado.
Esto pese a que la Corporación Eléctrica del Ecuador (Celec) ya concedió una primera extensión de plazo de 315 días a finales del 2014.
No obstante, CWE pidió una nueva prórroga en septiembre del 2015, según un documento entregado a la Unidad de Negocios Celec Hidrotoapi (contraparte que representa al Estado) al que este Diario tuvo acceso.
En este se pide que el hormigonado de la presa se entregue en mayo próximo y el llenado del embalse se inicie en octubre de este año.
Después de estas obras operaría la central Alluriquín.
En el documento, CWE argumenta que la postergación en la entrega de estas obras se debe a un retraso en la entrega de planos de detalle de construcción y su entrega incompleta.
También advierte que el contratista electromecánico (la empresa Inter Rao de Rusia) no entregó ni instaló las piezas mecánicas a tiempo.
“Todo contratista que se atrasa tiene que hacerse responsable”, señaló Albornoz al insistir en que, por ejemplo, se ha multado con más de USD 1 millón a la empresa china Cneec que está a cargo del más pequeño de los proyectos: Mazar-Dudas, que debía operar plenamente en diciembre.
De las tres pequeñas centrales que los conforman solo ha ingresado una. Las otras dos han sido afectadas por deslaves que se están estabilizando, dijo sin dar fecha de su ingreso.
Quijos, otro proyecto que también tiene retrasos por problemas con la firma china Cneec, debía generar desde marzo, pero lo hará meses después.
Finalmente, el proyecto Delsitanisagua también debía estar listo en marzo, pero ingresará al sistema en julio, dijo Albornoz.