La construcción cayó en el 2019, promotores arman estrategias

El edificio Diamond Signature, de la constructora Andrade Rodas, es levantado en Jardines del Batán, norte de Quito. Foto: Patricio Terán / EL COMERCIO

El edificio Diamond Signature, de la constructora Andrade Rodas, es levantado en Jardines del Batán, norte de Quito. Foto: Patricio Terán / EL COMERCIO

El edificio Diamond Signature, de la constructora Andrade Rodas, es levantado en Jardines del Batán, norte de Quito. Foto: Patricio Terán / EL COMERCIO

La construcción se contrajo el año pasado tanto en el sector público como en el privado.

La actividad empezó a decrecer desde septiembre del 2018 y se estima una caída del 3,9% en el 2019, según el Banco Central del Ecuador (BCE).

El desempleo, el deterioro de la calidad del trabajo y una menor liquidez circulando en la economía explican esos resultados, según Henry Yandún, vocero del gremio Constructores Positivos.

El sector, dice el directivo, genera en la actualidad 486 000 plazas de trabajo, entre empleo adecuado e inadecuado. En el 2014, antes de la Ley de Plusvalía que luego se derogó, generaba 528 000.

Otro factor es la reducción de la inversión en obra pública.

El gasto en inversión gubernamental, conocido como de capital, fue de USD 5 621 millones el año pasado. Este rubro fue uno de los que más se recortó en el presupuesto. El monto cayó un 18% en el 2019 en comparación con el 2018.

Para el 2020, el Ministerio de Finanzas proyectó destinar USD 7 491 millones para todos los proyectos de inversión.

La actividad de la construcción que emprenden las empresas privadas también registro un bajón.

Jaime Rumbea, vocero de la Asociación Promotores Inmobiliarios de Ecuador (Apive), explica que el año pasado hubo una menor reserva de viviendas y de visitas de potenciales clientes a los proyectos habitacionales.

Los contratos de nuevas construcciones cayeron 16,8% entre enero y octubre del 2019 en relación a igual período del 2018, según el gremio.

Entre los factores que incidieron en un menor ritmo de desarrollo del sector están una desaceleración en la colocación de crédito para vivienda y el aumento del desempleo, que hace que la gente se abstenga de demandar inmuebles.

“Anticipando esa tendencia, algunos promotores no siguieron invirtiendo y otros bajaron el ritmo”, explica.

El año pasado, el crédito para la vivienda otorgado por la banca privada aumentó 2,8% en relación al 2018. Se desaceleró frente a otros años, en los que crecía a mayor ritmo.

El segmento hipotecario fue el que menos creció en el 2019 y representó el 8% de la cartera de estas instituciones, según la Asobanca.

La contracción del sector se traduce en menor facturación para las empresas. Uribe & Schwarzkopf registró ventas por USD 164 millones el año pasado; esto es, un 10% menos que en el 2018. En otros años, la firma solía lanzar tres proyectos de viviendas y oficinas al año, pero en el 2019 fue uno, cerca a Mall El Jardín, en Quito.

Joseph Schwarzkopf, gerente de la constructora, explica que la estrategia de la empresa para captar más compradores fue flexibilizar las condiciones de financiamiento, dando más plazos y aceptando cuotas de entrada más bajas.

“El mercado que hubo lo atacamos bien, hicimos un trabajo muy agresivo en marketing, con 60 vallas, innovación; nunca paramos”.

Este plan se mantendrá en el 2020 y, además, prevé lanzarse dos nuevos proyectos.

Andrade Rodas también tiene un balance negativo del 2019. La firma levanta edificios en Jardines del Batán, Sierra del Moral, Granda Centeno, Cumbayá y Quito Tenis.

Rodrigo Andrade, gerente, cuenta que las ventas de los proyectos llegaron el año pasado al 60% de lo que habían estimado inicialmente.

La constructora optó por la estrategia de dar atención más personalizada, hacer más campañas de marketing e incluso ofrecer departamentos con línea blanca incluida.

Según Yandún, la desaceleración afectó sobre todo a las familias jóvenes de clase media que buscaban nueva casa en los segmentos de Vivienda de Interés Social (VIS), con un avalúo comercial de hasta USD 71 064; y del Vivienda de Interés Público (VIP), con un valor comercial de entre USD 71 064 y USD 91 368.

Según Constructores Positivos, este tipo de vivienda representa cerca del 60% de la oferta inmobiliaria en el país.

Rivadeneira Barriga Arquitectos lanzó hace un año y medio la iniciativa habitacional Retamo Parc, en el sur de Quito, dentro del segmento VIP.

Ana Barriga, gerenta de esta compañía, cuenta que los departamentos se reservaron con celeridad cuando se lanzaron, pero durante el 2019 la institución financiera con la que trabajaban para otorgar los préstamos empezó a reducir las colocaciones.

El Gobierno dio un paso clave el jueves 16 de enero del 2020 para que las entidades bancarias coloquen crédito en estos dos segmentos a una tasa del 4,99% y con un 5% de entrada. Se emitió un bono social por USD 400 millones para formar un fideicomiso, que también cuenta con recursos fiscales y de la CAF, que permitirá a las entidades financieras colocar préstamos para unas 24 000 viviendas en este segmento.

En contexto

Los segmentos de vivienda VIP y VIS en el país requieren el 5% de entrada; el financiamiento puede acordarse a 20 y 25 años plazo, con seis meses de gracia y pagos mensuales. Para acceder a la tasa de 4,99% debe tratarse de viviendas nuevas.

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