Bajo Alto limita su operación por seguridad

Cada tanque de Bajo Alto tiene capacidad para almacenar hasta 80 toneladas métricas de gas natural licuado. Foto: Enrique Pesantes/EL COMERCIO

La operación en la planta de Licuefacción de Gas Natural de Bajo Alto se realiza con extremo cuidado. La producción es limitada debido al estado en que se encuentran estas instalaciones, inauguradas en noviembre del 2011.
En Bajo Alto, ubicado en El Guabo (El Oro), se trabaja al 60% de la capacidad operativa de la planta. Es decir, se producen 120 toneladas métricas de gas natural licuado por día, cuando el diseño establecido en un inicio contemplaba 200 toneladas métricas diarias.
“No se permite incrementar la producción más allá de 120 toneladas métricas por día (TMD), ya que de lo contrario se afectaría gravemente la seguridad en las operaciones”, refirió la estatal Petroecuador.
La limitación en la operación de Bajo Alto responde, en parte, a los problemas detectados en el suelo. Cada mes, en esta planta se producen hundimientos de alrededor de 3 centímetros.
Esta situación podría comprometer a las tuberías que transportan el gas natural licuado, generando efectos lamentables por la posible fuga de este combustible.
A estos problemas se suman inconvenientes en la confiabilidad del sistema eléctrico, deterioro en la infraestructura, en el equipamiento y en los procesos, que no permiten que Bajo Alto funcione en condiciones óptimas.
Para mitigar los posibles riesgos que representan estas instalaciones, Petroecuador ha resuelto que la planta no opere a la capacidad establecida en el diseño. Esta medida se mantendrá por seguridad, hasta que se realice la remediación. Todavía no se han fijado fechas ni se ha programado con los industriales cómo se hará el abastecimiento.
El gas natural licuado que se produce en Bajo Alto se distribuye a unas 10 industrias ubicadas, principalmente, en Azuay, Guayas y Pichincha. Estas realizaron adecuaciones en sus procesos productivos para reemplazar el GLP y el diésel por gas natural.
Además, en el país no se cuenta con otro proveedor de gas natural licuado, refirió Andrés Robalino, director ejecutivo de la Cámara de Industrias, Producción y Empleo de Cuenca, que representa a productores de cerámica, en su mayoría, que emplean este combustible en sus industrias.
Por esto, Robalino espera que cuando se defina qué intervenciones se harán en Bajo Alto se cuente con un plan para no afectar los procesos de las industrias. No tener gas natural licuado implicaría que se empleen otros derivados y eso afectaría a la competitividad de las empresas.
Petroecuador se limitó a informar que antes de intervenir en Bajo Alto, la actual administración analiza alternativas técnicas y económicas para afrontar los problemas identificados. Mientras esto ocurre, la empresa estatal realiza controles permanentes de topografía (suelo) para constatar los niveles de hundimientos.
En el ámbito legal, las denuncias que interpuso Petroecuador en contra de la empresa contratista Ros Roca Indox, encargada de la construcción de la planta de Bajo Alto –por incumplimientos y paralización del servicio público– siguen su curso.
Para Edmundo Brown, analista petrolero, la situación actual de la planta de licuefacción de gas natural de Bajo Alto es el resultado de acciones improvisadas que se ejecutaron en el anterior Gobierno. Ante esto, las autoridades deberían sustentar de manera firme y técnica las denuncias para que la contratista responda por los perjuicios.
En Bajo Alto, Petroecuador ha ejecutado ya una garantía de alrededor de USD 3 millones.